El acuerdo de culpabilidad de Hunter Biden dio un giro inesperado este miércoles cuando la jueza de un tribunal federal en Wilmington, Delaware, rechazó el acuerdo de culpabilidad entre el hijo del presidente de Estados Unidos y la fiscalía.
Lo que se avizoraba como una audiencia de rutina se convirtió en una tormenta legal de tres horas que descarriló en acuerdo y Hunter Biden terminó declarándose no culpable de cargos por evasión de impuestos mientras se alcanza otro pacto entre ambas partes.
El colapso de los procedimientos sobre el acuerdo es un hecho sorprendente luego de una prolongada negociación que llevó tiempo y cuidadosos ajustes técnicos.
El Servicio Secreto de Estados Unidos custodió el traslado de Hunter Biden y el edificio de la corte por tratarse de un miembro de la familia presidencial.
Después de interrogar incisivamente a ambas partes para obtener detalles sobre el acuerdo, la jueza del Tribunal de Distrito Maryellen Noreika suspendió la audiencia y sugirió que el acusado y la fiscalía redefinieran y esclarecieran el pacto mediante el cual Hunter Biden se declarara culpable de dos delitos fiscales para evitar un castigo mayor por tenencia ilegal de un arma de fuego.
“Estos acuerdos no son sencillos y contienen algunas disposiciones fuera de la norma”, dijo Noreika al finalizar la audiencia, según reportes de la sesión en el tribunal.
Hunter Biden fue acusado el mes pasado de sendos delitos por no pagar más de $100,000 en impuestos por ingresos de más de $1.5 millones entre 2017 y 2018, y el acuerdo implicaba que cumpliera dos años de probatoria sin ir a la cárcel. A cambio se le desestimaría un cargo por el arma ocupada en momentos en que consumía drogas con regularidad.
La jueza rechazó el pacto, considerando además que los fiscales dijeron que Hunter Biden sigue bajo investigación, sin revelar detalles del alcance de la pesquisa.
El acuerdo entre los abogados de Biden y los fiscales del distrito de Delaware se produjo después de cinco años de investigaciones a cargo del procurador David Weiss. Constaba de dos partes: la culpabilidad pactada para resolver los cargos de impuestos y el acuerdo para desestimar el cargo de armas.
Sin embargo, el Departamento de Justicia se comprometió a no presentar cargos contra Biden en el tema de posesión del arma si se adhería al acuerdo de culpabilidad fiscal. De lo contrario, el cargo de delito grave por tenencia de armas conlleva 10 años de prisión.
Pero desde el comienzo fue una audiencia rara y tensa, y la jueza Noreika planteó dudas que obstaculizaron la consumación del acuerdo.
"Me parece que me están diciendo 'simplemente selle el acuerdo, su Señoría'... Me parece que la forma es más importante que la sustancia", dijo Noreika, quien reclamó a abogados y defensores que explicaran la razón por la que ella debería aceptar el trato.
Noreika pidió a fiscales y abogados de la defensa que desenredaran los problemas técnicos y manifestó su preocupación por el hecho de que el acuerdo incluyera una cláusula de no enjuiciamiento por delitos fuera del cargo de armas.
La audiencia transcurrió con intercambios apartados de los abogados para discutir los temas antes de volver a la mesa con los fiscales, y en ocasiones el tono de las voces subió demasiado entre ambas partes.
El acuerdo no está muerto, pero los fiscales federales y los abogados de Biden ahora tendrán que cumplir con las exigencias de Noreika.
Si la jueza aprueba finalmente el acuerdo, acuerdo, Hunter Biden podrá retirar las declaraciones de inocencia que presentó este miércoles y las reemplazaría reemplazaría con declaraciones de culpabilidad por los cargos fiscales, mientras que los fiscales aplazarían el enjuiciamiento por el cargo de armas.
El acuerdo de culpabilidad de Hunter Biden había irritado a los republicanos que protestan por un doble rasero de justicia respecto al expresidente Donald Trump, bajo acecho por causas delictivas que podrían llevarlo a prisión.
Los republicanos han desatado investigaciones y audiencias en la Cámara de Representantes sobre los tratos recibidos por Hunter Biden, los pagos recibidos en el extranjero, y la magnitud de las pesquisas realizadas por el Servicio de Rentas Internas (IRS) sobre sus contribuciones fiscales.
Varios reportes de prensa y analistas políticos consideran que el testimonio de dos funcionarios del IRS ante una audiencia congresional, la pasada semana, llegaron a la jueza Noreika y despertaron las alarmas sobre un acuerdo, que se estableció antes de las declaraciones escuchadas bajo juramento en el Congreso.
Incluso, el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo este martes que se está considerando un juicio político contra el presidente Joe Biden por presuntas irregularidades y falsas declaraciones sobre sus negocios familiares.
En el caso de Hunter Biden, tanto la jueza Noreika como el fiscal federal David Weiss fueron nombrados durante la administración de Donald Trump.
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