Impiden a Mipyme extraer cinco mil pesos en efectivo tras bancarización: "El pollo va a subir"

"Debemos llevar una carta de solicitud explicando en que se usarán. Posteriormente se reúne el consejo de dirección de la sucursal (lo cual puede tomar hasta 10 días), para determinar si se aprueba el reembolso o no. En caso de aprobarse, esperar a que exista disponibilidad de efectivo", explicó.

Clientes en cajeros de BANMET en LA Habana © CiberCuba
Clientes en cajeros de BANMET en LA Habana Foto © CiberCuba

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Este artículo es de hace 1 año

Los “nuevos actores económicos” de Cuba empiezan a sentir los efectos de la bancarización en sus negocios, limitando la disponibilidad de efectivo de los mismos y, por ende, su capacidad para desarrollar su actividad.

Es el caso del Grupo de Construcciones Pilares, una Mipyme a la que el Banco Metropolitano (BANMET) impidió este martes la extracción de 5,000 pesos cubanos que necesitaba para el pago a un proveedor que no aceptaba el cobro por transferencia bancaria.


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Captura de pantalla Facebook / Yulieta Hernández Díaz

En una publicación de Facebook, Yulieta Hernández Díaz, presidenta de la entidad, relató lo sucedido en una sucursal de BANMET donde se negaron a darle la cantidad que requería para “para reembolso de caja”, cuando todavía no estaba en vigor la Resolución 111/2023 del Banco Central de Cuba (BCC).

“Aun cuando mostramos la Gaceta, y explicamos que no entraba en vigencia hasta días posteriores; NO se nos permitió hacer el reembolso”, denunció Hernández Díaz.

El régimen cubano limitó a cinco mil pesos al día las transacciones en efectivo entre empresas para tratar de atenuar la crisis que enfrenta con la escasa disponibilidad de efectivo en las entidades bancarias.

“Todas las relaciones de cobros y pagos entre los actores económicos se deben sustentar en los métodos de pago establecidos por el BCC, priorizando los canales electrónicos”, apuntó a comienzos de agosto el vicepresidente del BCC, Alberto Quiñones Betancourt.

El directivo dijo que se aprobó poner un límite máximo 5,000 CUP por operación para los cobros y pagos en efectivo entre empresas, Mipymes, trabajadores por cuenta propia, cooperativas y demás formas de gestión.

Tras la entrada en vigor de la R 111/2023 (3 de agosto), Hernández Díaz fue a su sucursal de BANMET (242) a retirar otros 5,000 CUP para otro reembolso (pago), pero también le negaron esa posibilidad.

“Según procedimientos internos u orientados, debemos llevar una carta de solicitud y explicando en que se usarán. Posteriormente se reúne el consejo de dirección de la sucursal (lo cual puede tomar hasta 10 días), para determinar si se aprueba el reembolso o NO. En caso de aprobarse el reembolso, esperar a que exista disponibilidad de efectivo”, le explicaron.

La negativa y las trabas impuestas por BANMET a los movimientos de esta Mipyme tienen consecuencias, según su presidenta. “Se paraliza una obra en construcción, de un cliente estatal exportador, por un accesorio hidráulico (codo) que íbamos a comprar bajo el puente de 100 (mesitas), a un TCP (trabajador por cuenta propia), en efectivo”, indicó Hernández Díaz.

Pero las consecuencias van más allá del Grupo de Construcciones Pilares, y repercuten en la economía nacional, según la directiva, ya que la empresa para la cual ejecutan la obra está “a la espera de terminar la ejecución constructiva para comenzar las producciones que serán exportadas”.

Las dificultades de la Mipyme para extraer el efectivo repercuten en la actividad de un productor que exporta, limitando su capacidad de obtener “divisas tan necesarias para el país”.

“¡En fin! ¡El pollo va a subir!”, sentenció Hernández Díaz, poniendo un ejemplo más de cómo esta Resolución del BCC obstaculiza los “encadenamientos productivos” entre los “nuevos actores económicos”.

Y es que “el TCP no acepta transferencia, porque no hay mercado cambiario legal. Debe tener efectivo -que ahora el Banco no le permite extraer (111)-, para comprar divisas en el mercado informal e importar”.

Por obra y gracia de la Resolución del BCC, la Mipyme no puede pagar en tiempo al TCP, debe retrasar la entrega de la obra, ninguno de los dos “nuevos actores” cobra en tiempo y forma, se retrasan los pagos a proveedores y se ralentiza la actividad económica.

Esta dinámica, llevada al plano de la macroeconomía, termina por afectar a todos los actores, lo cual se traduce en una merma de la capacidad productiva y de generación de riqueza del país, y por ende, como señaló Hernández Díaz, en la posibilidad de que los alimentos y productos de primera necesidad –el pollo en definitiva- suban todavía más de precio.

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