Un niño cubano de nueve años residente en el municipio San Miguel del Padrón, en La Habana, está necesitado de una visa humanitaria que le permita operarse fuera del país un tumor que tiene en un ojo.
El menor está diagnosticado de neurofibromatosis tipo 1. Tiene un neurofibroma plexiforme en ojo derecho y glaucoma secundario, también en el ojo derecho, según dio a conocer en redes sociales la activista Diasniurka Salcedo Verdecia.
La activista explicó que en Cuba el caso no es operable ni tiene ningún tipo de tratamiento porque, "según neurocirujanos cubanos, el tumor del niño se ha extendido al seno cavernoso, parte del cerebro inoperable".
Salcedo Verdecia precisó que la doctora que en estos momentos está atendiendo el niño en el Hospital Pediátrico de Marianao pensó evaluarlo para una posible embolizacion pero el médico que realizaba ese procedimiento en Cuba, al parecer el único en todo el país, viajó y se quedó de paso en Alemania".
En estos momentos el niño -identificado como Geobel Damir Ortiz Ramírez- está sin ningún tipo de tratamiento, solo en seguimiento. La activista critió que como parte de ese seguimiento no le hayan podido hacer al menor ni una resonancia.
"La solución sería una visa humanitaria para poderlo operar, por favor ayúdenme a compartir", concluyó Salcedo Verdecia, quien aseguró que el niño no el niño no puede jugar con otros niños y puede morir en cualquier momento,
Geobel Damir Ortiz Ramírez vive en calle D # 14646 entre Caraballo y Boulevard, en el barrio de San Francisco de Paula, municipio San Miguel del Padrón.
En los últimos años una creciente cantidad de familias cubanas han recurrido a las redes sociales para pedir visas humanitarias que permitan realizar en el extranjero -principalmente en Estados Unidos- intervenciones quirúrgicas o tratamientos que faciliten la correcta atención de enfermedades raras u oncológicas.
Este mismo mes una madre cubana recurrió a las redes sociales para implorar por una visa humanitaria para su niño de un año y nueve meses que padece de atrofia muscular espinal y tiene una gastrostomía.
Días antes una adolescente cubana de 17 años que padece insuficiencia renal crónica también pidió una visa humanitaria para poder someterse a un trasplante.
Tras fuertes campañas en redes sociales, algunos logran conseguir un permiso de salida para recibir atención médica en otro país. Tal fue el caso del Emmanuel Cala, que padece una enfermedad renal. El pequeño en mayo llegó a Miami con una visa humanitaria otorgada por el gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, muchas otras familias esperan y luchan por un visado que les permita conservar las esperanzas.
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