El gobierno cubano intenta nuevamente renegociar la enorme deuda que tiene con el Club de París, aunque asegura que mantiene su disposición de cumplir los compromisos con los países acreedores del grupo.
Esta semana viajaron a La Habana William Roos y Fabien Bertho, copresidente y secretario de la institución, para reunirse con Ricardo Cabrisas, viceprimer ministro y titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, quien insistió en lograr una nueva prórroga.
Luego de que la parte cubana repitiera una vez más su argumento de la difícil situación económica y financiera de la Isla, agravada por el "bloqueo" estadounidense, William Roos propuso fijar una nueva fecha para el pago de la deuda cubana.
Según reporta Cubadebate, el copresidente del Club sugirió "establecer un nuevo calendario de acuerdo con la capacidad de pago de Cuba, y de esa manera trabajar de conjunto en hallar una solución".
En la reunión, el dirigente cubano justificó el atraso en los pagos a "la ilegítima inclusión" de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, que obstaculiza el acceso a fuentes de financiamiento e inversiones extranjeras, en un momento en que ha habido un alza de los precios y el país necesita divisas para su desarrollo y cumplir sus obligaciones.
Tras haber negociado la deuda dos veces en los últimos ocho años, al cierre del 2022 el régimen castrista debía 4.827 millones de dólares, la segunda mayor cifra de América Latina, solo superada por Venezuela, con 8.062 millones.
La prensa oficialista omite ese dato. Solo refiere que el representante del Club manifestó que hay "comprensión hacia las dificultades que atraviesa la Isla", y que la delegación pidió información sobre las perspectivas de crecimiento de las actividades previstas en el Plan de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el 2030.
Los acreedores de Cuba dentro del Club de París son Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Suecia, Suiza y Reino Unido.
En junio, Cabrisas se reunió en la capital francesa con representantes de los 14 países, a los que ratificó la intención de La Habana de satisfacer las deudas contraídas.
Fue otra de las tantas promesas de pagar al Club, menos de un año después de que el régimen lograra modificar su acuerdo de renegociación de la deuda por su imposibilidad de asumir sus compromisos.
En octubre del año pasado, Cuba llegó a un acuerdo para posponer hasta 2022 el pago anual de la deuda que vencía en noviembre.
En junio, ambas partes modificaron su acuerdo de renegociación. Gracias a las nuevas condiciones pactadas, la Isla obtuvo un plazo suplementario para liquidar varias deudas, manteniendo su valor, mientras se comprometía a reanudar los pagos en 2022 y a hacer un ajuste del cronograma de pagos.
En 2021. Cuba y el Club de París decidieron introducir adecuaciones al histórico acuerdo suscrito en 2015, mediante el cual el Club le condonó a La Habana 8,500 millones de dólares de una deuda total de 11,000 millones, con el compromiso de pagar en plazos el importe restante hasta 2023.
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