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Residentes en La Habana reportaron que un ladrón que le robó el celular a su dueño fue capturado y recibió una golpiza tal que murió en la misma calle.
Yani Oropesa, miembro de grupo de Facebook "MADRES CUBANAS EN CUBA Y POR EL MUNDO", comentó el hecho, que habría sucedido el miércoles por la noche cerca de la Vía Blanca, en el reparto Santos Suárez, en el municipio Diez de Octubre.
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Según relató, su esposo pasó en moto por el lugar y vio al presunto ladrón tirado en la calle ya fallecido. Los comentarios que oyó señalaban que el hombre le había llevado el teléfono a unos hombres en una cafetería, pero estos salieron en un carro y lograron alcanzarlo.
"Al parecer le robó el celular a unos hombres y estos le propiciaron una golpiza, dice que cuando llegó la policía ya no tenía pulso", reveló la mujer.
"Dice mi esposo que estaban súper nerviosos, en ese momento actuaron ciegos, pero saben que siendo víctimas, terminan siendo culpables", añadió.
Una usuaria identificada como Algodón De Azúcar precisó que el hecho ocurrió en la calle Tamarindo, entre San Benigno y San Indalecio. Otra miembro del grupo agregó que sobre las 9:00 pm escuchó gritos, cerca de la panadería de Tamarindo.
Dany Eddyth Escarrá reveló que uno de los que golpearon al ladrón es un padre de familia.
"Al que asaltaron casualmente es mi vecino, un hombre que tiene tres niños pequeños y ahora tiene que pagar por haber matado al otro imbécil que lo asaltó", se quejó.
La autora del post expresó que esas cosas pasan porque la gente está cansada de que un desalmado les quite sus pertenencias, y lamentó que ahora el dueño del teléfono tenga que pagar por culpa de "un malparido que no hacía nada con su vida".
"Él no lo quiso matar, le dio la golpiza porque es de p... que con tanto sacrificio venga un mal parido y te quite lo que con tanto sudor te costó tener. Sabía que si la policía lo cogía sólo era un rato en la cárcel y para afuera. En ese momento se calentó y le dio al punto de quitarle la vida...", explicó.
Otras madres criticaron el grado de delincuencia al que se ha llegado en Cuba, debido a la crisis económica y a la ineficiencia de las autoridades.
"El pueblo tomando justicia por sus propias manos, pues la policía aquí no hace nada", dijo una.
"Esto era sabido que sucedería en cualquier momento, y lo que falta. Ahorita escucharemos de linchamientos y demás. Las personas están cansadas de que asaltan, roban y no pasa nada", afirmó otra.
En medio del auge de delitos violentos que sacude el país, no son pocos quienes deciden tomarse la justicia por su mano, frustrados e indignados por la falta de acción de la policía. No pocas veces, al atrapar a los ladrones, víctimas y testigos los golpean y hasta claman por ajusticiarlos.
En agosto, vecinos de un barrio cubano atraparon a un delincuente y lo mantuvieron amarrado de pies y manos en plena calle mientras pedía ayuda. Entre los que presenciaban el hecho, una mujer dijo que había intentado matar a una persona para robarle.
Algunos vecinos lo golpearon, y luego propusieron amarrarlo a un poste, pero una señora comentó debido al intenso calor, el ladrón podría sufrir un infarto.
Unos días antes, un hombre recibió una golpiza en La Habana tras apuñalar a una mujer para robarle una cadena. El incidente ocurrió en La Cuevita, en el municipio San Miguel del Padrón.
Un fuerte video difundido en Internet mostró cuando el presunto ladrón era golpeado en el suelo por cuatro o cinco hombres, mientras a pocos metros yacía la mujer herida, con manchas de sangre a la altura del abdomen y medio desmayada.
En mayo, un hombre que presuntamente intentó robar un taxi de los conocidos como "gacelas" fue atrapado en plena intersección de las calles 23 y M, en El Vedado capitalino. Videos difundidos en Facebook mostraban al ladrón en el suelo, al parecer inconsciente tras haber recibido una golpiza por parte de testigos.
"Hombre intentó robar una gacela y lo atraparon. Fue golpeado brutalmente. Rolando Párraga se llama", indicó el internauta Ernesto Sánchez, junto a imágenes en las que se veía a dos policías que no sabían muy bien qué hacer, mientras los testigos les daban instrucciones.
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