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Un 25% de los niños en Ciego de Ávila podría presentar parásitos intestinales, según los resultados preliminares de la tercera Encuesta Nacional de Parasitismo Intestinal (ENPI).
Este estudio, que llevaba 14 años sin realizarse en Cuba, arrojó que, de una muestra de 1050 niños entre 1 y 14 años, 270 niños resultaron positivos a la presencia de algún tipo de parásito intestinal, informó el periódico oficialista local Invasor.
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En la encuesta, que tomó muestras de niños los 10 municipios de la provincia y las 19 áreas de Salud, 217 niños dieron positivo a Protozoos, 13 a Helmintos y 125 a parásitos comensales.
La ENPI tiene el objetivo de conocer la prevalencia de estos microorganismos y diseñar estrategias de salud y programas de control de infecciones, explicó Laidelys Alemán Véliz, jefa del Programa de Enfermedades Diarreicas Agudas, quien destacó la rigurosidad con la cual se aplicó el método estadístico de selección.
Asimismo, detalló que se practicaron exámenes de laboratorio a las heces fecales y se empleó la técnica de kato-katz, mundialmente recomendada para el diagnóstico cualitativo y cuantitativo de las infecciones intestinales humanas.
Alemán Véliz indicó que se trata de resultados preliminares, pues en estos momentos se verifica la calidad del procesamiento en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Curí
Además, dijo que el análisis de los resultados no solo permitirá establecer comparaciones con lo arrojado por la ENPI practicada en 2009, sino que los pacientes recibirán, paulatinamente, tratamientos antiparasitarios, basados en metronidazol.
Además, aseguró que buscan financiamiento internacional para un proyecto más amplio que busca que consista en la compra de medicamentos específicos y la práctica de estudios continuados sobre la parasitosis intestinal en el país, la cual es endémica y tiene una mayor incidencia en zonas rurales y montañosas.
Hace unos años, trascendió el caso de una niña canadiense de siete años que se hospedó junto a su familia en un resort hotelero de Santa María del Mar, provincia Villa Clara, y tras regresar a su país presentó síntomas de una strongyloidiasis.
La Strongyloides es, básicamente, un parásito facultativo que es capaz de desarrollarse en dos ecosistemas, uno terrestre de vida libre y otro en el ser humano.
La niña, que se mantuvo la mayor parte del tiempo en la playa, y no comió ni ingirió ningún alimento o bebida fuera del menú del hotel, comenzó a presentar, cuatro semanas después del viaje, los primeros síntomas de enfermedad.
Padeció de fiebre, tos, diarreas y picazón en la piel. También presentó dolores en el bajo abdomen, aunque sin vómitos.
También hace unos años, un turista canadiense contrajo el virus de la salmonella en Cuba, aunque el hecho ocurrió en la provincia de Holguín.
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