La exprimera dama de EE. UU. Rosalynn Carter murió este domingo a la edad de 96 años, según informó el Centro Carter.
La pasada semana esta institución había dicho que la exprimera dama había ingresado en un centro de cuidados paliativos, destinado a pacientes que deciden dejar de recibir tratamiento hacia el final de su vida.
Por su parte, su esposo, el expresidente Jimmy Carter había ingresado en cuidados paliativos en febrero. Ese mismo mes, se había hecho público que a Rosalynn se le había diagnosticado demencia.
“Rosalynn fue mi socia igualitaria en todo lo que logré. Ella me dio sabia orientación y aliento cuando lo necesité. Mientras Rosalynn estuvo en el mundo, siempre supe que alguien me amaba y me apoyaba”, se lee en un comunicado difundido a nombre del expresidente por el Centro Carter.
El obituario de The New York Times destaca que Rosalynn Carter redefinió el rol de una primera dama. Mientras que el de CNN apunta que el matrimonio Carter revolucionó cómo se entendía la pospresidencia.
Rosalynn fue, además, una activista que luchó para echar abajo los estigmas asociados a las personas con enfermedades mentales y por la paridad y el acceso al tratamiento de salud mental.
Su esposo es el expresidente más longevo de la historia de Estados Unidos. Y hasta hace unos años, el matrimonio se mantuvo activo e impulsó numerosas iniciativas desde la organización no gubernamental que lleva su nombre, y que fundaron en 1982.
Rosalynn y Jimmy Carter tuvieron cuatro hijos, 12 nietos y varios bisnietos.
Carter, que gobernó Estados Unidos entre 1977 y 1981, y fue derrotado por Ronald Reagan luego de su primer mandato, consiguió el Nobel de la Paz en 2002 por su trabajo humanitario.
El expresidente visitó Cuba en 2002 y 2011. En 2002, se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en llegar a la isla luego del triunfo de la Revolución.
Se entrevistó con Fidel Castro en el contexto del Proyecto Varela impulsado por el disidente Oswaldo Payá.
En 2011, su visita tuvo el objetivo de interceder a favor del encarcelado contratista estadounidense Alan Gross.
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