Más de 1,500 residentes de Matanzas que aún se abastecen de agua potable a través de carros cisternas finalmente recibirán ese recurso por primera vez en sus casas, a través de la red de acueducto, según fuentes oficiales.
Familias que viven en las cercanías del centro turístico Cuevas de Bellamar se han visto perjudicadas durante años por no contar con este servicio básico, al que por fin tendrán acceso cuando finalice una inversión que ejecuta el gobierno.
Según el anuncio realizado por el director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Matanzas, Yensy Guedes Díaz, la inversión está en “fase de terminación”, pero no precisó en qué fecha concluirá, de acuerdo con el reporte de la oficial Agencia Cubana de Noticias.
El funcionario declaró que “el servicio mejorará la calidad de vida de la población”, a la par que “ahorrará combustible”, al dejar de utilizarse las pipas para suministrar agua a los habitantes del lugar.
Esa zona urbana tendrá por primera vez una estación de bombeo, y según Guedes, “ya se dan los toques finales al trabajo”.
El funcionario consideró que la empresa que dirige “dedica un significativo esfuerzo a la erradicación de salideros”, como si no fuera una función que corresponde a esa entidad estatal.
Guedes informó que este año deben sustituirse en Matanzas 34 equipos de bombeo, mediante un crédito internacional, cuya procedencia no mencionó.
Precisó que ya se recibieron 14 de estas máquinas, que funcionan en algunas de las comunidades con mayores problemas con el abasto de agua, como localidades de los municipios de Jagüey Grande y Limonar.
Según el directivo, en 2023 también se sustituyeron 36 pequeños equipos de bombeo, a base de energía fotovoltaica, como parte del cambio de la matriz energética del país, que depende en un 95 % de combustibles fósiles.
La nota señala que en la ciudad de Matanzas funciona una bomba sumergible de 100 litros por segundo, donada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y asegura que “permite garantizar superiores volúmenes de agua a la población y a la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras”.
En septiembre pasado, vecinos del poblado Carlos Rojas, en Jovellanos, Matanzas, protagonizaron una protesta en las calles debido a los problemas de abastecimiento de agua.
De acuerdo con testimonios de personas del lugar, realizaron guardia día y noche para impedir que las autoridades de la Empresa Eléctrica se llevasen a la localidad de Perico el transformador que les permite el suministro de agua, en una protesta sin precedentes durante varios días.
En agosto, se reportaron serias afectaciones en el abastecimiento de agua en varias zonas de la ciudad de Matanzas por la rotura del motor de la estación de bombeo No. 1 del campo de pozos El Conde.
Los residentes de El Cocal, Pueblo Nuevo, reparto Camilo Cienfuegos y La Jaiba fueron los más afectados por la interrupción del suministro del vital líquido.
Recientemente, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) reconoció la existencia de más de 4,000 salideros que afectan el abasto de agua en el país, donde se han reportado protestas por la falta de suministro.
Antonio Rodríguez, presidente del INRH, reveló que hubo días a inicios de octubre en los que se vieron perjudicadas 22,000 y hasta 45,000 personas por problemas de suministro de agua, muchas veces asociados a los apagones.
Hace unos días, en La Habana, más de una docena de mujeres -muchas de ellas acompañadas por sus hijos- cerraron la intersección de las calles Monte y Agramonte de La Habana Vieja, en protesta por la prolongada escasez de agua en ese municipio habanero.
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