El periodista español Ignacio Ramonet, ferviente admirador y amigo del dictador Fidel Castro, criticó la arquitectura del hotel K23 que construyen los militares del régimen cubano en el Vedado habanero.
Conocido como “torre López-Calleja” -en alusión al que fuera presidente del Grupo de administración Empresarial S.A. (GAESA), el difunto general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja-, el edificio de 44 pisos de altura sigue en construcción desde septiembre de 2018, cuando iniciaron las polémicas obras.
“Vedado, La Habana. ¡Arquitectura horribilis! ¡Horror urbano!”, dijo este lunes Ramonet en su cuenta de X, compartiendo una fotografía del mastodóntico edificio que se cierne amenazante sobre la ciudad.
Para el director de Le Monde diplomatique en español, autor del libro “Cien horas con Fidel”, la arquitectura de la torre López-Calleja es un ejemplo de “horror urbano” en una ciudad en la que apenas sobresalen un puñado de “rascacielos” construidos en la década del 50, y cuyo patrimonio arquitectónico conserva todavía cierto esplendor en medio de las ruinas.
La crítica fue amplificada por el vocero del régimen, el periodista oficialista Pedro Jorge Velázquez (más conocido como El Necio), quien llamó la atención sobre el tuit de Ramonet y pidió opiniones a sus seguidores en redes sociales.
“El reconocido periodista e investigador español, Ignacio Ramonet, escritor del libro Cien Horas con Fidel, acaba de subir varias fotos del hotel en construcción K23 que se encuentra en el Vedado habanero, con esta frase: ‘¡Arquitectura horribilis! ¡Horror urbano!’. Y usted ¿qué piensas al respecto?”, dijo el Necio en X.
El intento de utilizar las opiniones de Ramonet sobre el polémico hotel para generar debate ocurre justo el día en el que el régimen cubano anuncia en la Mesa Redonda nuevas medidas económicas para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
La subida del precio del combustible, del gas licuado y de las tarifas eléctricas de “grandes consumidores”, que se prevén impacte en el precio de demás bienes y servicios, han generado un rechazo y malestar inmediatos entre los cubanos.
Pero los voceros de Palacio intentan desviar la atención de la opinión pública hacia el impopular hotel y las opiniones de Ramonet, o hacia los cambios en la dirección del Ministerio de Cultura (MINCULT), que provocaron la "destitución" del polémico viceministro Fernando Rojas.
Objeto de reiteradas críticas de arquitectos y urbanistas, la “torre López-Calleja” es el símbolo perfecto de una realidad lacerante sufrida por una población que ha visto incrementarse el gasto público en hoteles e infraestructuras para el turismo, mientras se pauperizan los servicios públicos y se desvaloriza el salario y las pensiones de los cubanos.
Desde hace varios años, el régimen está invirtiendo más dinero público en el desarrollo de infraestructuras para el turismo que en salud pública y asistencia social, tal y como demostraron los datos del primer semestre de 2023. Según un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), la inversión de enero a junio en salud y asistencia social fue de 583,3 millones de pesos, pero se destinó 2.325,3 millones a hoteles y restaurantes.
La construcción de la torre López-Calleja, cuya terminación estaba prevista para 2022, está a cargo de la empresa inmobiliaria Almest, una sucursal del grupo GAESA. Su capital se anunció como "100% cubano".
El hotel, que -con sus 154 metros y 44 pisos y 565 habitaciones- fue anunciado como el más alto de la Isla, está ubicado en la esquina de las calles 23 y K, frente a la popular heladería Coppelia, en el llamado "hueco de 23".
Mientras la economía y los ciudadanos cubanos caen en un “hueco” todavía más profundo, Ramonet y El Necio pretenden que, desde el fondo agónico de esta crisis, los cubanos alcen la vista y maldigan a esa mole brutalista e inerte de hormigón, en vez de a los responsables de carne y hueso que han causado su miseria y desesperanza.
En octubre de 2022, Ramonet insistía en que el gobierno cubano estaba sometido a una campaña mediática "brutal" para tratar de asfixiarlo, asegurando que la campaña pretendía cambiar las mentes y los corazones en el interior del país a través de las redes sociales, y que para ello se invertía muchísimo dinero: decenas de millones.
"Que nadie crea que cuando recibe en Cuba un meme, o que recibe un mensaje mediante Facebook, Instagram, YouTube, Tik Tok que eso viene de un personaje, de un amigo, un familiar, eso está elaborado en laboratorios; eso es el resultado de genios de la comunicación que han laborado en publicidad, en marketing, en el cine", subrayaba.
Estudioso de Ramonet, El Necio ha visto la ocasión de utilizar a su maestro para contrarrestar la ola de indignación que provocarán las nuevas medidas anunciadas por el régimen. Amigo de Castro y fanático de la llamada “revolución cubana”, Ramonet, un “genio de la comunicación”, no verá mal la oportunidad aprovechada por su discípulo.
En definitiva, sigue siendo el mismo que levita al evocar al “comandante” y que en abril de 2022 defendía la represión del régimen contra los manifestantes que participaron en las históricas protestas del 11 J en Cuba.
“Han sido unas protestas relativamente limitadas y que las autoridades han enfrentado con mucha lucidez y con mucha transparencia”, dijo en aquella ocasión.
Este lunes, desde La Habana, el simpatizante del régimen totalitario criticó a la torre López-Calleja mientras se emocionaba al ver su libro entre un montón de chatarra propagandista acomodada sobre cartones por un vendedor en la calle. “¡Fidel siempre!”, dijo emocionado.
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