Luego de inaugurar en Sancti Spíritus el nuevo hotel Meliá Trinidad Península, el primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz se dirigió al asentamiento rural Playa La Boca, ubicado en el municipio de Trinidad, para dejar inaugurado un mini acuario con siete peceras.
“Manuel Marrero, junto a los invitados que lo acompañan, inauguran en este momento el mini acuario de peces e invertebrados del arrecife ubicado en la Playa La Boca. Los visitantes quedaron gratamente impresionados por la belleza del lugar y del entorno. Una obra realizada por Aldaba Trinidad para trinitarios y foráneos”, destacó en sus redes sociales Tiendas Caribe Sancti Spíritus.
El 510 aniversario de la fundación de la Villa de Trinidad fue la ocasión elegida por el régimen cubano para inaugurar un hotel de categoría cinco estrellas, con 401 habitaciones (entre estándar y The level), siete bares, siete restaurantes y numerosos locales para eventos, reuniones, conferencias y fiestas.
Como el Meliá Trinidad Península es solo para aquellos adultos mayores de 18 años que tengan los dólares suficientes para pagar sus lujosas instalaciones y magníficos servicios, el régimen cubano decidió que el 510 aniversario de Trinidad merecía, además, inaugurar una instalación más popular y asequible.
¿Y qué mejor que un mini acuario con siete peceras con corales y pececitos para celebrar cinco siglos de historia en la región? Según Radio Sancti Spíritus, el lugar está en boca de todos los habitantes de la zona y lo consideran “un sueño hecho realidad”.
Las siete peceras y la casita que las contiene fueron “el regalo” a Trinidad que hicieron la Empresa Aldaba, la UEB Nacari (perteneciente a la empresa Flora y Fauna, propiedad del comandante Guillermo García Frías), la Oficina de Proyectos para el Desarrollo Local y el gobierno municipal de Trinidad.
“El Acuario marino de peces e invertebrados del arrecife es desde ya un espacio recreativo, ambientalmente sostenible, que pone al alcance del visitante en siete grandes peceras, una habilitación del fondo marino con sus inquilinos implícitos, permitiendo la observación de forma directa, conocerlos y disfrutarlos”, señaló el citado medio oficialista.
Si los “inquilinos implícitos” del mar aparecen luego exclusivamente en las mesas de Meliá, habrá sido una “conquista más de la revolución” que, con las siete peceras inauguradas por Marrero Cruz, habrá “avanzado” en el “cuidado medioambiental de un ecosistema muy interesante, pero frágil”.
Allí, los trinitarios podrán aprender “que el ecosistema marino de arrecife es el más densamente poblado del planeta”; pero, seis kilómetros más al sur, en los predios del Meliá Trinidad Península, los turistas degustarán los peces y mariscos que lo habitan, bien protegidos -gracias a la revolución- del apetito voraz de los depredadores cubanos.
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