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El alza de los precios de los combustibles implementada por el régimen cubano preocupa enormemente a la población, que empieza a detectar incrementos en las tarifas de transportistas privados, mientras los conductores sufren largas colas en las pocas gasolineras abastecidas.
Así lo manifestaron varios entrevistados por France 24 en La Habana, hasta donde se desplazó un reportero del canal francés de noticias para comprobar cómo afecta a los cubanos el aumento del 500 por ciento de los precios del combustible, decretado por el gobierno de la llamada ‘continuidad’ de Miguel Díaz-Canel como parte del “paquetazo” de medidas para “corregir distorsiones” y conseguir la estabilidad macroeconómica.
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Sin embargo, la impopular medida no es percibida por la mayoría como necesaria o efectiva para afrontar la descontrolada inflación que golpea el bolsillo de los cubanos. Mucho menos como un ajuste necesario para “reimpulsar la economía”. Según el citado medio, “los cubanos temen no poder resistir este último golpe” mientras “enfrentan una crisis económica cada vez más profunda”.
“Estas colas se han convertido en la norma, son tediosas. Pasamos horas haciendo cola para repostar sólo 40 litros de combustible”, explicó a France 24 un propietario de automóvil. Aunque suele ser habitual desde el llamado “período especial”, las largas colas ante las gasolineras resultan ahora más angustiantes, teniendo en cuenta el desembolso.
Para otro entrevistado, “no debieron haber subido tanto y así, tan rápido, los precios del combustible, pero no nos queda de otra”. Solo uno de los cuestionados por la agencia francesa se mostró favorable a la subida de los precios, expresando igual resignación.
Cuba está "importando la mayor parte de su petróleo a precios del mercado mundial y vendiéndolo mucho menos. Y eso le está costando al gobierno, que tiene un enorme déficit fiscal", explicó al canal galo de noticias la economista y entusiasta del régimen cubano, Emily Morris.
Según el reportaje, a corto plazo, la medida corre el riesgo de acelerar la inflación en un país donde el salario promedio (3,838 CUP) es de apenas 12 dólares mensuales (y decreciendo), “el fin de las dificultades parece estar muy lejos para los cubanos, ya que la desnutrición también continúa aumentando”.
A este panorama se asomó también Martí Noticias, que preguntó a varios cubanos por la nueva medida y su repercusión en la vida diaria de la población. Muchos de ellos aseguraron que el incremento brutal de los precios del combustible está impactando en el precio de los pasajes de los transportistas privados.
“Yo di un recorrido el viernes temprano y están todos los CUPET cerrados. Ya desde el jueves los particulares dijimos que íbamos a subir los precios", comentó Rafael Alba Macías, transportista privado que opera en la piquera del parque El Curita, en el municipio de Centro Habana. "Se está cobrando 100 pesos más el tramo. Eso va a ser un caos porque todo el mundo no tiene dinero para estar pagando el pasaje al precio que está", agregó.
La impopular medida no ha estado exenta de titubeos manifiestos por parte del régimen cubano, que alegó un “ataque informático desde el exterior” para postergarla en febrero, y volvió a congelarla a inicios de marzo debido al “proceso de cambio de precios", según informó la Corporación CIMEX, perteneciente a GAESA, el conglomerado empresarial que controla la economía dolarizada de Cuba, en poder de los militares y la cúpula del régimen.
“Se va a disparar en la bolsa negra el combustible, que es como se están abasteciendo la mayoría de los transportistas, y entonces imagínate ahora a cómo va a subir el precio del pasaje, en la capital se pondrá tensa la situación”, refirió a Martí Noticias el periodista independiente Enrique Díaz. “Ya era malo [el transporte], pero ahora va a ser caótico”, añadió.
En días recientes, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, afirmó que "el incremento de los precios a la población por parte de los transportistas privados es una distorsión que debe ser corregida", e instó a eliminar la "blandenguería" en el enfrentamiento a la posible subida de precios.
Fuera de la capital también cunde la zozobra entre la población. Adriano Castañeda, comunicador independiente, contó a dicho medio que en Sancti Spíritus ya alcanzan los 350 pesos el litro de gasolina en el mercado negro. “En las Mipymes los productos agrícolas subirán por el alza del combustible”.
“En Santa Clara el que no se mueva en una o dos guaguas que puedan poner ellos, tiene que caminar o pagar a 250 pesos el kilómetro en una motoneta, dos kilómetros 500 pesos”, expuso el cuentapropista Yoel Espinosa Medrano, residente en esa ciudad.
Por su parte, el activista pinareño José Rolando Cáceres relató que en la terminal de ómnibus de su ciudad “hay varios carros paralizados y poco pasaje porque la gente no tiene dinero para pagar los altos costos de los pasajes”.
Teresa Miranda Céspedes, activista de la Corriente Martiana, reportó desde Guaro, en Holguín y afirmó que el precio del pasaje hacia Mayarí se había duplicado en las últimas horas. “Imagínate tú como la gente se va a trasladar por los lugares, aquí mismo la gente que trabaja en Mayarí, no hay combustible para nada, ni para una ambulancia, esto está a la deriva, ellos ya no tienen como sostener a este país”.
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