El menor camagüeyano que fue sometido a una delicada intervención quirúrgica la pasada semana tras sufrir un accidente en el que se clavó un arpón en el abdomen evoluciona favorablemente.
El niño -que ha sido identificado como Henry Cristian Zamora Cardoso- explicó en declaraciones citadas por la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que el 29 de febrero colocó un arpón que había confeccionado él mismo en un poste de alumbrado público para hacerle una foto, y el artefacto se disparó solo.
“¡Nunca se había disparado!”, dijo, y aseguró que tras esta dura experiencia jamás volverá a tocar ninguno.
El arribo el pasado jueves del niño con el arpón clavado al hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña obligó a la doctora Niurys Aguilar Ramírez, quien estaba a cargo de la Guardia, a activar un protocolo de emergencia y a componer un equipo multidisciplinario que, sin un segundo que perder, puso cada uno lo mejor de sí para intentar que el procedimiento quirúrgico -que duró cuatro horas y 15 minutos- fuera un éxito.
Otra de las participantes fue Dayannelis Aguilar Atanay, especialista de segundo grado de cirugía pediátrica, quien aseguró que desde que el niño llegó al Cuerpo de Guardia fue muy bien manejado por el servicio de urgencias y anestesiólogos, quienes trabajaron con agilidad para “la reposición de volumen”.
“Cuando llegamos al abdomen comprobamos que tenía una lesión intestinal y una vascular, en la vena cava inferior, que es un vaso importante que comprometía la vida del paciente, y tuvimos que solicitar a los especialistas del Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech que vinieron rápidamente, por lo cual estamos seguros de que el resultado que hoy exhibimos es el fruto del esfuerzo de muchas personas”, precisó Aguilar Atanay.
Uno de los galenos que asistieron fue el angiólogo Raúl Romay Buitrago, quien reconoció en conversación con la citada fuente oficialista la complejidad de la cirugía y los positivos resultados por el trabajo en equipo, además de contar con los materiales necesarios para realizar su trabajo, como plasmas, plaquetas, albúminas, algo con lo que lograron que el paciente mantuviera sus parámetros vitales estables.
“Solo así se salvan vidas”, recalcó.
“Realizamos una cirugía de control de daños de gran envergadura porque lo más importante en ese momento es salvarle la vida al paciente, donde se le ponen transfusiones y la reposición de volumen tiene que ser enérgica para que el paciente sobreviva, y en este caso fue del 75 por ciento”, informó por su parte la anestesióloga Georgina Sánchez.
El personal sanitario destacó que el menor cooperó con la entrevista de la anestesia y citan como elemento positivo que no movió el objeto extraño en su cuerpo, lo que evitó mayores complicaciones.
Taimí Cardoso Sánchez, madre del menor, se siente agradecida y aliviada por la milagrosa recuperación del niño.
“Doy gracias a todo el personal por la atención esmerada. a cada momento preguntan cómo se siente, verlo recuperarse es una gran satisfacción, confío en los médicos y enfermeras que han salvado la vida de mi hijo”, concluyó emocionada la madre camagüeyana.
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