El régimen deja de recoger cada día en La Habana el equivalente a tres piscinas olímpicas de basura

Un estudio de Cuba Siglo 21 asegura que la capital de la Isla se ha convertido en "foco crítico de la inseguridad sanitaria" porque los vertederos a pie de calle favorecen la proliferación de ratas y mosquitos, el dengue y la leptopirosis y provocan incendios urbanos por producción de gas metano


La Habana produce cada día 23.000 metros cúbicos (m3) de basura, pero el régimen cubano sólo recoge el 68% de esos desechos urbanos. Eso significa que un 32% (7.600 m3, equivalente a tres piscinas olímpicas) se queda a pie de calle y eso ha convertido la capital de la Isla en "un foco crítico de inseguridad sanitaria" debido a la proliferación de roedores y mosquitos, portadores de enfermedades como el dengue y la leptospirosis, además de provocar incendios por producción de gas metano. También como el ocurrido en Lawton a principios de este año 2024 cuando los vecinos pegaron fuego a un vertedero.

Así lo asegura el informe 'La Habana, capital de desechos', que el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), asesorado por el laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, ha elaborado y publicado este mes de abril, después de hacer un trabajo de campo en los 15 municipios capitalinos. En su web, incluyen un mapa interactivo en el que pinchando en los símbolos de papelera pueden verse fotos sobre los basureros encontrados.


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El estudio aclara que no sólo es que no se recoja el un tercio de la basura que se genera en La Habana, sino que, de la que sí se recoge, se recicla menos de la mitad (40%). Influye que el presupuesto que se dedicó a la recogida de basura en 2022 representó el 0,83% (6,5 millones de pesos) del total del dinero de que dispone la capital. A medio ambiente, en general, sólo se asignó una partida del 1,63% del total anual. Esta cantidad, a juicio, de los firmantes del informe, es "a todas luces ínfimo".

Según el informe, los intentos de inversión extranjera en la recogida de basuras no cristaliza y, además, la donación japonesa de 10 millones de dólares entre 2019 y 2020 no se ha notado. En la práctica las calle están cada vez más sucias. De hecho, el director provincial de Comunales, Onelio de Jesús Ojeda, reconoció en 2023 que hay casi 200 equipos de recogida de basura paralizados. Influye también que los bajos sueldos (3.500 pesos al mes, equivalentes a 10 dólares), han hecho que la recogida de basura se convierta en un trabajo que sólo hacen los presos.

En junio de 2016, según la prensa oficialista, había 28 empresas extranjeras, europeas y de Canadá, interesadas en la gestión de residuos en la Isla. Ninguna de esas ofertas llegó a concretarse. Rodrigo Malmierca, en su etapa de ministro de Inversión Extranjera, aseguró en 2018 que se había alcanzado un acuerdo con una empresa española interesada en la recogida de basuras, que después se había desinflado porque la compañía no había podido cumplir sus compromisos. Como éste hubo más anuncios. Todos se volvieron sal y agua.

El Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana augura que si persiste la falta de voluntad política para liberalizar las fuerzas productivas, avanzar hacia una economía de mercado y hacer atractiva la inversión extranjera, "es previsible que la inseguridad sanitaria" vaya a más a corto y medio plazo.

Más basura conforme pasan los años

Entre 2015 y 2020 la producción de basura en La Habana aumentó exponencialmente, al pasar de 16.841 m3 en 2015 a los 26.134 m3 en el año de la pandemia. Las autoridades lo achacan al aumento de la población, a los 73 centros hospitalarios y 557 industrias y a los 87.991 cuentapropistas y las 3.592 mipymes que hay en la capital.

También lo han justificado con la falta de contenedores y camiones recolectores. Al cierre de 2019, en la Isla había 141 camiones colectores (cien de ellos donados por Japón). En agosto pasado, la gobernadora de La Habana, Yanet Hernández Pérez, aseguró que sólo el 39% de los 440 equipos de recolección de basura estaban trabajando. Al resto les faltaban neumáticos, baterías, llantas...

Para paliar la falta de recursos del Estado se optó por aplicar multas de 4.000 pesos por botar la basura fuera del contenedor o fuera de horario; de 3.500 a 4.500 por arrojar residuos sólidos (madera, escombros, metales...) Las había también de 2.500 a 3.000 pesos para quienes cambiaran de lugar los contenedores. Pero eso obviamente no frenó la generación de vertederos en las calles.

En una entrevista con CiberCuba, Juan Antonio Blanco, presidente de Cuba Siglo 21, aseguró que en la isla "la situación está cogida con alfileres" y "cualquier detalle fuera de control puede provocar un tsunami popular". Y eso pasa, a su juicio, porque el régimen sufre una crisis profunda y no puede controlar a 10 millones de cubanos.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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