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El régimen cubano felicitó este sábado a los niños de la isla en el Día Internacional de la Infancia con una frase del dictador Fidel Castro en la que aseguró: "hay que cuidarlos y velar por ellos como los pilares con que se funda una obra".
El presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, posteó en X: "En el Día Internacional de la Infancia, felicidades a las niñas y los niños cubanos". Luego publicó la frase de Castro: "Y en eso es en lo que más debemos pensar: en los niños de hoy, que son el pueblo de mañana. Hay que cuidarlos y velar por ellos como los pilares con que se funda una obra".
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El gobernante Miguel Díaz-Canel también posteó un mensaje con motivo de la fecha, donde asegura que "por la esperanza del mundo, por su bienestar y su futuro, batalla Cuba. Para la Revolución Cubana todos los días son el Día Internacional de la Infancia".
Lis Cuesta, quien no es reconocida como primera dama pero oficia como tal, escribió en su muro de X: "Para todos los niños del mundo nuestro mejor deseo hoy, especialmente para los niños palestinos, que les ahogan en llanto y muerte su infancia. Paren el genocidio ya!!!", señaló.
Sin embargo, los "cálidos" mensajes del régimen fueron respondidos por cubanos indignados con la situación que viven los niños de la nación caribeña.
"La infancia en Cuba transcurre de apagón en apagón. Qué han hecho para arreglar la infraestructura eléctrica q tienen más de 40 años de antigüedad?? Nada. "Invertir" en hoteles, eso sí, y tenerlos vacíos", publicó un internauta en el muro de Díaz-Canel.
"Están sin poder dormir por 20 horas de apagón mientras tú te paseas por el mundo; (están) con hambre y sin saber qué es un chocolate mientras tu mujer organiza eventos de comidas gourmet, (están) sin poder reír mientras los nietos de tus dueños dilapidan Cuba. Sátrapa", escribió por su parte el periodista independiente José Raúl Gallego.
La inflación, la escasez de comida, la emigración de miles de padres y la crisis energética han ensombrecido la infancia de miles de niños cubanos.
Muchos de ellos han debido comenzar a trabajar como vendedores ambulantes para ayudar a sus familias y algunas madres no los pueden enviar a las escuelas tras 20 horas sin servicio eléctrico donde el intenso calor y los mosquitos no dejan a los menores descansar adecuadamente.
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