Los habitantes de Cienfuegos están en alerta ante el incremento de casos de virus de Oropouche y dengue en los ocho municipios de la provincia, con el mayor número de enfermos en Abreus.
El rápido avance de ambas epidemias, desde mediados de mayo, ha movilizado a las autoridades sanitarias en la provincia, la segunda en Cuba donde se detectó el virus de Oropouche, originario del Caribe pero desconocido hasta hace muy poco en el país.
En Abreus, uno de los tres municipios donde se identificó inicialmente el Oropouche en Cienfuegos, llegaron a reportarse un promedio de 50 casos por día, cifra que ha disminuido a 10, según un reportaje del canal local Perlavisión.
Las autoridades sanitarias reconocieron que aún no logran controlar ambas epidemias, pese a la aplicación de un drástico protocolo para cortar la transmisión de las arbovirosis en la localidad, que incluye el “bloqueo” en viviendas cuyos residentes presentan “síndromes febriles inespecíficos” y a 20 metros alrededor de esas casas, y la fumigación para eliminar los mosquitos transmisores.
Sin embargo, en manzanas donde se frenó la transmisión del Oropouche, persisten las condiciones para la propagación del vector del dengue, más letal -según los especialistas- que la arbovirosis de reciente aparición en el país.
Una señora contó que en la última semana había tenido fiebre muy alta, vómitos, dolores articulares y de cabeza, e inflamación, entre otros síntomas, y que en esas mismas condiciones se encontraban varios de sus vecinos, que al parecer se habían contagiado con el Oropouche en distintos momentos.
Un funcionario entrevistado afirmó que en la localidad se han aislado casos con virus de Oropouche y otros con la variante 3 del dengue, y aseguró que contaban con los recursos para eliminar los mosquitos transmisores, Aedes aegypti y Culex quinquefasciatus.
Entre las causas que han agravado el cuadro epidemiológico en ese municipio cienfueguero, el reporte señaló la existencia de tanques sin tapas, patios enyerbados, zanjas y depósitos de agua, donde pueden proliferar los vectores. Además, las condiciones insalubres y el abasto irregular de agua a la población, con ciclos de suministro que se prolongan hasta los 10 días, por causa de los apagones.
Un reporte del periódico local 5 de Septiembre denunció la creciente presencia de salideros, aguas albañales, vertederos de basura y falta de limpieza en la ciudad capital de Cienfuegos -otrora una de las urbes más limpias del país- y advirtió que estos factores podrían acelerar la transmisión del Oropouche, como ocurre habitualmente con el dengue.
A fines de mayo, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmó la presencia del virus de Oropouche en el país, dos semanas después de que se reportaran los primeros casos con “síndromes febriles inespecíficos” en comunidades de los municipios Songo-La Maya y Santiago de Cuba.
Para esa fecha, ya el Oropouche se había expandido a los municipios de Abreus, Rodas y la cabecera de la provincia de Cienfuegos. Una semana después se anunció su detección en San Nicolás, Mayabeque.
Aunque las autoridades sanitarias cubanas han asegurado que el cuadro clínico de la enfermedad no es grave, este sábado se conoció la muerte del joven santiaguero Richard Daniel Nieves Chaveco, de 22 años, quien se encontraba hospitalizado con síntomas del Oropouche.
Pero el gobierno no ha confirmado decesos a causa de la enfermedad en el país, ni tampoco ha publicado el número de casos diagnosticados.
La fiebre de Oropouche es una enfermedad causada por el virus de igual nombre. Se transmite por el jején Culicoides paraensis -que no ha sido detectado en Cuba, pero está presente en la región de las Américas- y por el mosquito Culex quinquefasciatus, muy común en la isla y que habita en cualquier tipo de agua, incluidas las albañales y contaminadas, lo cual exacerba el peligro en el país dada la escasa higiene.
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