La influencer cubana Lina Hernández, de 70 años y conocida por criticar al régimen con sus videos humorísticos llenos de ocurrencias, despidió el jueves pasado a un micro vertedero el cual gozaba de “reconocimiento popular” en su comunidad: “Se lo llevaron, pero junto con él, también se fue el aceite y el azúcar”.
“Todos recordamos el enorme basurero que se llevó un reconocimiento”, dijo Hernández en Instagram, mientras mostraba un contenedor de basura más pequeño que habían colocado en el mismo lugar donde antes hubo un micro vertedero de grandes dimensiones.
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“También tenemos un dilema: basurero gigante vs. aceite y azúcar. Ustedes tienen la palabra”, apuntó la mujer denunciando, desde el humor, la escasez y la demora en la entrega de los productos racionalizados por la libreta de abastecimiento.
La influencer de 70 años optó por vestirse de militar, luciendo el distintivo uniforme verde del ejército cubano, para realizar su denuncia humorística. Utilizó el argot y el lenguaje característicos del oficialismo para dar un toque satírico a su mensaje.
En abril último, también con el mismo disfraz, Hernández publicó un video donde le “hacía un reconocimiento” a un micro vertedero que, según ella, gozaba de prestigio en la comunidad.
"A esta poza (salidero) y a este basurero, por los años de pertenencia a nuestra comunidad, hemos decidido hacerles un reconocimiento. He dicho", expresó Hernández en un breve clip donde mostraba y denunciaba las consecuencias de la inacción del régimen, evidentes en el deterioro de la calidad ambiental del barrio en La Habana.
Recientemente, la propia Hernández protagonizó una singular versión del cuento infantil La Sirenita, pero en esta ocasión ubicó el personaje en la termoeléctrica del Mariel.
“Debajo del mar no hay que trabajar, porque en esta isla rodeada de agua no encuentras ni sal”, es la manera en que inicia el video, versionando el clásico La Sirenita.
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