En la comparecencia televisiva del pasado jueves, el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, abordó, entre otros temas, la posibilidad de aumentar la producción de crudo nacional, presentando esta medida como parte de las estrategias futuras del régimen, en el convulso escenario del colapso energético que afecta al país.
Marrero, que se encontraba desde Santiago de Cuba, junto a directivos del Ministerio de Energía y Minas para informar sobre la actual crisis energética, tuvo que esperar a que se solucionaran algunas “dificultades técnicas” en la señal de la televisión para poder hacer su comparecencia y de esta forma plantear lo extremadamente crítica que está la situación eléctrica en la isla.
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Algunas de sus declaraciones, por lo caótica de la transmisión, así como lo compleja de la información, pasaron desapercibidas para el cubano, como es el caso de la recurrente apuesta por la producción de petróleo nacional.
Según Marrero, el gobierno busca potenciar “la generación de las termoeléctricas que consumen combustible nacional”, el objetivo “es para ver cómo logramos hacerla más eficiente y está el ejemplo que hablábamos de Guitera y Felton”, dos de las centrales de las que más depende el sistema eléctrico cubano.
Pero la idea del primer ministro da un salto más allá, en medio de un escenario en que Cuba no tiene ni para abastecerse por sí sola, el dirigente manifestó la intención de “maximizar la generación con crudo nacional”.
Para el funcionario, “nosotros hoy necesitamos también algunas inversiones, tenemos un potencial de producir más crudo nacional, que tenemos que lograrlo y ya no solamente para nuestra generación, es que nosotros si producimos más crudo nacional podemos exportarlo y con esas divisas podemos adquirir otros combustibles que nos hagan falta e incluso poder importar insumos para la recuperación del sistema”.
Sin embargo, el propio director de la Unión Eléctrica Alfredo López Valdés, había explicado al inicio de la comparecencia que las características del crudo cubano no son buenas porque contiene un alto nivel de azufre, uno de los problemas que citó por lo que las calderas de las termoeléctricas salen tanto del sistema.
“Es que precisamente ese azufre afecta directamente a la caldera, entonces en estos momentos varias de estas termoeléctricas no están generando a su máxima capacidad porque van perdiendo rendimiento, y eso es donde nos manda una señal que hay que detener y hacer una parada 24 horas, etcétera, para poder dar un mantenimiento”, señaló López Valdés.
Desde el pasado viernes, la isla vive una agudización de su crisis energética, sobre todo, tras el colapso del sistema eléctrico producido por la salida de la más importante central termoeléctrica, la Antonio Guiteras de Matanzas.
Este hecho provocó que algunas de las medidas anunciadas por el primer ministro cubano no se cumplieran, debido a que el panorama se complejizó mucho más. De la detención de actividades en el sector estatal para proteger al sector residencial, pasaron a no tener corriente ni unos ni otros, en un evento que ha provocado diversas reacciones en el orden interno, como la mirada de los medios internacionales, aumentando la presión sobre el gobierno cubano para encontrar soluciones inmediatas.
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