La cubana Mirtza Ocaña, de 39 años, enfrentará su sentencia el próximo 18 de noviembre en un tribunal federal de Tampa, Florida, tras declararse culpable de introducir ilegalmente en Estados Unidos, más de 102 mil dólares en efectivo.
La audiencia, presidida por la jueza Kathryn K. Mizelle, está programada para las 10 a.m., según confirmó la fiscalía del Distrito Central de Florida al medio de comunicación Café Fuerte.
Ocaña fue arrestada el 5 de febrero en el Aeropuerto Internacional de Tampa durante una revisión de rutina. Los agentes de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) descubrieron 102,709 dólares en efectivo y sin declarar.
El dinero iba distribuido en su equipaje y entre su ropa. Al ser interrogada, la acusada confesó que recibía pagos de entre $1,000 y $2,500 por cada viaje que realizaba desde Cuba para introducir grandes sumas de dinero en Estados Unidos sin declarar.
Desde mayo de 2023 hasta su arresto, Ocaña realizó 45 viajes entre EE.UU. y Cuba, amparada en razones familiares y supuestas actividades comerciales de paquetería.
No obstante, las autoridades investigan si existe una red de contrabando más amplia detrás de estos movimientos de efectivo.
El abogado de Ocaña, Juan C. Mercado, asegura que no hay pruebas de tal vínculo y que la acusada es una persona “sin antecedentes penales y con un historial de buena conducta”, quien cometió un “error” al no declarar el dinero que traía consigo.
El abogado confía en que la jueza Mizelle tomará en cuenta las circunstancias que tiene su clienta para imponer una sentencia reducida, pero la acusada se enfrenta una pena máxima de cinco años en prisión federal.
Durante el proceso, Ocaña consideró colaborar con las autoridades para reducir su sentencia. Finalmente desistió de esta opción tras evaluar las estrictas condiciones impuestas por el gobierno federal.
En agosto fue declarada culpable. Desde entonces hay muchas miradas atentas a la sentencia que se dará a conocer este mes, el día 18, en Tampa.
Al conocerse este caso de contrabando de dinero desde Cuba hacia Estados Unidos, se especuló que Ocaña podría estar vinculada con el exministro cubano de Economía Alejandro Gil Fernández, quien fue destituido en febrero, tras duras acusaciones de corrupción.
El abogado de Ocaña calificó de "absurdos" los rumores que vinculan a la cubana de Tampa con el exministro. Afirmó que no existe ninguna conexión entre su defendida y el régimen de la isla.
El equipo de Investigaciones de Seguridad Nacional ha llevado este caso, con el fiscal federal adjunto Michael J. Buchanan, quien destacó la seriedad de los cargos, que incluyen contrabando y conspiración con una persona aún no identificada para transportar dinero ilícito a Estados Unidos.
Las leyes estadounidenses permiten el ingreso de cualquier cantidad de dinero en efectivo, pero requieren que se declare si supera los 10 mil dólares. La regulación busca combatir el lavado de dinero y actividades delictivas, como el financiamiento del terrorismo.
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