Así viven ellos: Alejados de las penurias -al margen de ellas y con su propia legalidad- viven los altos dirigentes e integrantes de la casta en el poder en Cuba.
Desde la opulencia, las comodidades, los lujos y el confort pregonan sus consignas vacías y exigen al pueblo que viva entre la pobreza y la miseria, asfixiados por leyes absurdas, procedimientos burocráticos engorrosos, corrupción galopante y carencias de todo tipo.
Los verdaderos dueños de Cuba piden sobriedad desde la suntuosidad y el disfrute de unas comodidades reservadas exclusivamente para los más férreos defensores del régimen. Son ellos los mejores exponentes de la doble moral en Cuba y auténticos responsables de la crisis y desesperanza en que se halla sumido el pueblo cubano.