No tuvieron muchas opciones estos cubanos.
Había que escoger entre, ser deportados a Cuba, o internarse en la peligrosa selva del Darién, una selva, no tan extensa pero inhóspita, tupida y plagada de plantas venenosas, serpientes y otros peligros.
Para colmo de males, la policía de Turbo, comenzó a efectuar una campaña incitando a los pobladores de Turbo a "no ayudar más a los migrantes cubanos", so pena de recibir multas y hasta prisión.
Reparte volantes la policía, asustando a los pobladores del lugar.
Cientos de cubanos, aproximadamente 700, prefieren arriesgar su vida, aún sabiendo que ya ha le ha ocurrido lo peor a algunos de sus coterráneos.
Niños pequeños, mujeres embarazadas, mujeres con niños en sus brazos, adultos ya casi ancianos. Prefieren tentar a la muerte que regresar deportados a Cuba.
Tienen miedo, pero están unidos dicen.
Les esperan 7 días de caminata. Noches interminables. Oscuridad y frío, pero aseguran que van a llegar.
Al menos hasta la frontera de Panamá con Costa Rica. De ahí en adelante, ya veremos que sucede.
foto: Globedia
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: