En los últimos meses, son frecuentes las noticias que evidencian el aumento de la crisis del transporte en La Habana.
Un recorte de combustible en un 50% provocó, durante el verano, un notable empeoramiento del servicio de transporte público en la capital.
A ello se suman los conflictos con los boteros, en los últimos meses, cuyo servicio también ha sufrido inestabilidad.
Los ciudadanos entrevistados en este reportaje describen que por las mañanas, y especialmente entre semana, la situación empeora.
Se quejan de la gran demora de las guaguas y de la disminución del servicio de los ruteros, muy cómodos, pero cada vez más escasos.
Un funcionario del Ministerio de Transporte, entrevistado en este vídeo, explica que cada día circulan por La Habana entre 650 y 660 ómnibus, que se distribuyen por distintas líneas y municipios de la ciudad. Sin embargo, el servicio no resulta suficiente, porque las aglomeraciones no disminuyen.
Déficit de piezas, recortes de combustible y una creciente desesperación, esas son las claves del transporte en Cuba en lo que va de 2016.
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