Al momento de ser interpelado hostilmente por dos guardabosques, el biólogo cubano Dr. Ariel Urquiola logró documentar evidencias de los malos procederes y violaciones que cometieron estos agentes a fin de hostigarlo por su postura disidente al Gobierno.
Un video del hecho, ocurrido el 3 de mayo, fue difundido a principios de mes por el grupo opositor Observatorio Cubano de Derechos Humanos y, este martes, personas cercanas a Urquiola han divulgado una segunda grabación que recoge el enfrentamiento del biólogo con los oficiales que luego demandaron su arresto por desacato.
En el audio, Urquiola deja constancia de que en todo momento trató con respeto a los guardabosques, a pesar de que estos no se identificaron adecuadamente ni mostraron una orden o argumento para ingresar en su finca de Viñales.
El investigador y activista también emitió una misiva denunciando las tergiversaciones y manipulación de los hechos que se evidencia en su sentencia de apelación, un documento que desmintió en muchos de sus acápites.
Entre los principales errores contenidos en la sentencia se encuentra la afirmación de que los agentes se encontraban vestidos de uniforme según la reglamentación -punto que Urquiola desmiente en el video-, así como que se encontraban en la comunidad de los acuáticos, cuando en realidad la zona pertenece a la Sierra del Infierno.
Asimismo, el biólogo aclaró que utilizó el término “Guardia Rural”, no como alusión a la policía batistiana, sino en su significado literal de “guardia de campo”, otro calificativo que usó acto seguido al referirse a los oficiales tanto en el video como en el audio.
Ariel también denunció que su finca sufrió varios sabotajes que le ocasionaron serias pérdidas en los cultivos y la muerte de tres de sus vacas, las cuales aparecieron muertas de forma súbita, con el mismo "modus operandi".
Otra revelación importante que hace Urquiola en su carta radica en que uno de los guardabosques, al ingresar a su propiedad, mostró sus genitales y miccionó delante de los presentes, acto que el académico calificó de provocación.
En la sentencia, Ariel Ruiz Urquiola también fue acusado de conducta delictiva, de relacionarse con personas de “mala conducta” y de distorsionar los hechos (que quedaron grabados en video pero que el Tribunal Provincial no se tomó la molestia de consultar).
“Ojalá todos estos actuantes comparezcan algún día ante un tribunal imparcial con letrados internacionales, para que se dicte justa sentencia y se me exima de todos los cargos que han vejado mi integridad como ser humano al extremo, no solo de tratar de construir una mala imagen de mi persona -que no han podido lograr a pesar de tener todo el poder dentro de la Isla para tal- sino de dañar mi salud mental en todo lo posible”, escribió el doctor en Ciencias.
En mayo, Ariel Ruiz Urquiola fue llevado a prisión y condenado a un año de privación de libertad por el delito de desacato. Poco después, alzaron su voz en protesta decenas de académicos cubanos, así como personalidades internacionales, activistas y organizaciones por los derechos humanos.
Este mes, Amnistía Internacional lo declaró preso de conciencia y clamó por su liberación inmediata y el respeto a su integridad física. Asimismo, figuras como el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y la líder del proyecto Cuba Decide, Rosa María Payá, han exigido al Gobierno una “prueba de vida” del científico.
Entretanto, Ariel continúa en huelga de hambre y sed para reclamar que se respeten sus derechos. El fin de semana fue trasladado a un policlínico por su delicado estado de salud. Allí sigue recluido y sin derecho a la visita de sus familiares.
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