Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, ha explicado en la Mesa Redonda que "el recrudecimiento del bloqueo de EE.UU.” y la creciente presencia de "acaparadores" son causas inmediatas de la crisis que ha llevado a la aplicación de nuevas medidas para regular la venta de alimentos y productos de aseo.
Díaz Velázquez defendió que el asunto del desabastecimiento es una preocupación constante tanto para el Gobierno central, como para productores, comercializadores e importadores, y que las medidas anunciadas son una forma de solución "temporal" al problema.
La dirigente cubana aludió a “limitaciones financieras” que habrían aumentado tras la entrada en vigor del título III de la Ley Helms-Burton, porque algunos algunos proveedores e instituciones bancarias quisieron dejar de operar con Cuba.
"Esto ha llevado a un desabastecimiento y con ello el acaparamiento, la incertidumbre, el pánico”, precisó.
La ministra se refirió a algunos alimentos de gran importancia como el arroz, básico en la dieta diaria de los cubanos, del que dijo que a pesar de alguna crisis puntual en la venta liberada en provincias como Camagüey, Holguín, Guantánamo y Matanzas, en Cuba “no falta arroz”.
En este sentido dijo que “las importaciones” del cereal están aseguradas, pues son de origen asiático y no tienen que ver con Estados Unidos.
No obstante, precisó que la decisión de que el arroz esté incluido entre los productos normados obedece a la necesidad de mantener una “observancia” y un “monitoreo” constante que permita controlar su venta, y asegurar de ese modo que no llegue a escasear en ningún momento.
Explicó además, que en los territorios donde han escaseado viandas o pan se ha disparado el consumo de arroz, lo que ha creado un desequilibrio en el consumo.
La ministra ha culpado también directamente a los “acaparadores” de la crisis alimentaria que se ha desatado en relación con algunos productos de gran demanda, y en ningún momento ha hecho mención a la improductividad de las industrias nacionales, como causa añadida a la actual escasez alimentaria que vive el país.
El administrador de un mercado ha explicado en una entrevista para el Sistema Informativo de la Televisión Cubana que en algunos casos los revendedores repiten en las colas hasta tres y cuatro veces, y aclara que ello vuelve complicado el control, incluso cuando ya están normados los productos.
Entre los alimentos regulados destaca que la venta de croquetas ha quedado restringida a 20 unidades por persona y el pollo troceado a 5 kilogramos por persona (ya no se venderá por cajas).
Otros productos regulados en los mercados paralelos son el arroz, que se venderá a 10 libras por persona; el chícharo a 15 libras; los frijoles, las pastas largas y cortas y la harina de trigo se venderán a 5 libras por persona; y los fideos y la harina de maíz a 20 libras.
Las nuevas disposiciones en la regulación de la venta alimentos y productos de higiene, dadas a conocer el 10 de mayo, aumentaron la alarma sobre la situación económica que atraviesa Cuba.
Las medidas entraron en vigor este mes y se incorporarán otras de manera paulatina, de acuerdo con las características de cada territorio.
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