El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel expresó en la comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional que todo lo que se logra en el país, a pesar de las restricciones financieras de Estados Unidos, se consigue gracias al Sistema Socialista de la Isla.
“Nada de esto se puede vencer sin Socialismo”, indicó el dirigente, que no ha dudado en señalar que “ningún gobierno del mundo se pone a contar cuánto hay que vender de salchicha o de pollo en el mercado interno de un país”, ni de cómo se regula para que todo el mundo pueda comer pescado.
Añadió que en el capitalismo eso se resuelve con los “fetiches del neoliberalismo”, que resumió como comprar “lo que hay en las tiendas al precio que haya, que compre el que puede y el otro, sálvese como pueda”.
La realidad explicada por Díaz-Canel es perfectamente aplicable a la Isla, donde los cubanos tienen que comprar en las tiendas los productos que encuentren (cada vez más escasos); al precio que decida el Gobierno (muchas veces triplicado su costo en relación con su comercialización en el extranjero); y a menudo en una moneda en la que el Estado no paga a sus trabajadores (lo que sigue pareciendo el colmo).
También ha obviado el gobernante que al que no le alcance su salario en Cuba para comer (algo que sucede a un elevado porcentaje de la población) también se le aplica el slogan del “sálvese quien pueda”.
Ahora mismo muchos cubanos residentes en el extranjero que viven y se alimentan de su trabajo y de su salario (algo que no pudieron hacer en Cuba), les parecerá insólito un comentario como el de Díaz-Canel, que demoniza el capitalismo (porque sí), y justifica el paternalismo de un Gobierno cuya economía es tan ineficiente que no alcanza a alimentar con dignidad a sus ciudadanos.
Díaz-Canel ha insistido en presentar al capitalismo y la privatización como fuente de todos los males y desigualdad, y ha manifestado su empeño en alcanzar "eficiencia económica" siguiendo la ruta socialista.
De la privatización ha dicho que "esa no es la vocación de la Revolución, no es el humanismo de la Revolución, ese no es el concepto del socialismo”, y en ese sentido pide apoyo para defender las medidas económicas de “alto impacto” que ha anunciado el Gobierno de la Isla.
En otro orden, aludió a la necesidad de promover las inversiones en el sector agroalimentario para alcanzar el autoabastecimiento.
Dijo que “tenemos que producir más”, una consigna que no tendrá resultados si no se invierte en tecnología y sistemas de riego que mejoren la productividad de los campos, y no faltaron la alusión a “inversiones de pensamiento, mentalidad, de gerencia”.
El propósito es bajar las importaciones, y recordó que “importar acomoda y mata la creatividad y la iniciativa".
La economía cubana “va por más”, apuntó Díaz-Canel, en medio de la grave crisis económica que experimenta el país y que muchos cubanos están asociando con el Período Especial de los años noventa, a causa de la severa escasez de alimentos.
Incluso el propio gobernante aludió a "estrategias" ya empleadas en el Período Especial para "impulsar" la deficiente producción nacional.
En la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que celebró el tercer período ordinario de sesiones de su IX Legislatura, el mandatario aseguró que la economía cubana había crecido en 2018 más de lo previsto.
Mientras tanto, el desabastecimiento continúa, buscar qué comer sigue siendo tarea difícil, y el aumento salarial anunciado no alcanza a elevar el ánimo de cubanos.
(Foto de portada: Omara García Mederos)
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