Fidel Castro dio varios discursos incendiarios en los primeros años de la Revolución, muchos de ellos refiriéndose despectivamente a los homosexuales o a ciertos sectores de la juventud de entonces, tildados por él de “aburguesados” y “elvispreslianos”.
Tantos años después, todavía duelen los oídos al escuchar estas palabras marcadas por la intolerancia, la discriminación, el desprecio y una profunda falta de respeto.
Estos fragmentos son una clara evidencia de un sabotaje a la libertad individual, a la diversidad y a la libre elección personal.
Por ese motivo, entre otros muchos, hay que celebrar el concierto de los Rolling Stones en la Habana ―aunque sea tantos años después― como un triunfo en varios niveles.
Por cierto, ¿sabrá Fidel que los Rolling van a actuar en Cuba o su allegados habrán querido ahorrarle el disgusto?
Dicen que rectificar es de sabios, y puede que el acto de contrición ya empezara hace años, cuando Fidel Castro asistió personalmente ―el 8 de diciembre del año 2000― a la inauguración de la escultura dedicada a John Lennon, en el famoso parque de 17 entre 6 y 8, en el Vedado.
Pero hay palabras que marcan para siempre, hay palabras y hechos que hicieron polvo a varias generaciones de incomprendidos… Hubo hechos y experiencias ―cómo olvidar las UMAP― que dejaron profundas huellas en miles de cubanos.
Ahí está este fragmento, para dar play y escuchar una y otra vez….y no cansarse del asombro. Como diría cierta periodista: “¡maldita hemeroteca!”.
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