En el 2008 santeros oficialistas plantaron en un parque del reparto de Bahía, al este de La Habana, una ceiba para que le diera larga vida al ex lider cubano Fidel Castro.
Para los santeros cubanos este es el árbol más sagrado.
El árbol se trasplantó al amanecer el 13 de agosto de 2008, el día en el que Fidel, gravemente enfermo hacía ya dos años, cumplió 82 años.
Todos los detalles fueron cuidados hasta el extremo. La ceiba, que se calcula tenía aproximadamente la misma edad que Fidel, fue traída del patio de una madrina famosa por sus poderes que había fallecido recientemente.
Se trasplantó además un martes, día en que los babalaos dedican al Diablo y, por tanto, es el más idóneo para hacer trabajos de santería.
Una vez la ceiba llegó al parque los babalaos sacrificaron varios gallos negros y una jicotea y los ofrecieron a los santos. Después del sacrificio rociaron la sangre de los animales en el tronco del árbol.
En la ceremonia participaron 50 babalaos que, antes de dar 16 vueltas al árbol, rogaron para que el Comandante se repusiera de su enfermedad y viviera tanto como la ceiba.
Ahora, después de la muerte de Fidel Castro, el árbol que los santeros consideran como sagrado sigue en pie y es posible que continúe allí muchos años. En Cuba se dice que los orishas castigan con severidad a quien se atreve a derribar una ceiba.
Los más supersticiosos se atreven incluso a decir que el árbol podría ser el remate al daño que hizo Fidel e incluso podría servir para perpetuar el modelo de gobierno de los hermanos Castro.
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