En la provincia Pinar del Río, en la región conocida como Vuelta Abajo existe un municipio llamado San Juan y Martínez. Esta es una comunidad tranquila donde pocas veces pasa algo que saque a sus habitantes de la rutina.
San Juan y Martínez es más antiguo de lo que se cree
Se cree que este territorio debe su nombre a la existencia de dos Corrales, uno conocido como San Juan y otro como Martínez. Estos terrenos eran mencionados como referencia y terminaron convirtiéndose en el topónimo de la zona.
La primera casa construida en San Juan y Martínez data de 1702 y fue propiedad de Benito Lorenzo Ríos. El pueblo creció lentamente. La primera iglesia se levantó en 1760, inspirada en San Juan Bautista.
Un siglo después de que llegaran allí sus primeros habitantes, un ciclón destruyó todo el pueblo. En 1819 comenzaron a construir edificaciones más sólidas, pero pocos años más tarde, en 1828, el caserío volvió a ser destruido por un incendio.
Fue en la segunda mitad del siglo XIX, con el desarrollo de la industria azucarera, que San Juan y Martínez comenzó a ganar en importancia como núcleo poblacional. En 1875 recibió el título de Villa de Dulce Nombre de Jesús, pero unos años después, cuando comenzaba a prosperar llegó la Guerra de Independencia.
El Bayamo de Occidente
El 21 de febrero de 1896 el pueblo fue incendiado por sus moradores y por las tropas mambisas del Coronel Antonio Varona para evitar que esta región cayera en manos del Ejército Español.
Desde entonces en San Juan y Martínez consideran esta jornada como “El Día de la Dignidad Sanjuanera” y se festeja con diversas actividades culturales.
San Juan y Martínez es un municipio tabacalero
El territorio tiene 408 km². Su población es de 43 572 habitantes aproximadamente y están distribuidos en 47 localidades. Se encuentra muy cerca de las Minas de Matahambre, de Viñales y tiene costa al mar Caribe con impresionante riqueza y biodiversidad marina.
Quienes visitan San Juan y Martínez, guardan gratos recuerdos de la hospitalidad de sus residentes y de los paisajes naturales de la zona. Pero lo que más recuerdan son las tradiciones vinculadas a la vida de los tabacaleros.
Hoyo de Monterrey
Esta marca de tabaco cubano es oriunda de San Juan y Martínez. La producción tabacalera de la zona tiene gran reputación a escala mundial pues en Vuelta Abajo están los mejores terrenos y el clima óptimo para este cultivo.
En sus vegas se cosechan distintos tipos de hojas de la mejor calidad y esto le ha valido para ganarse el título de Meca del Tabaco.
Riqueza de tradiciones culturales
La religiosidad popular en San Juan y Martínez es un elemento muy importante desde sus orígenes. En esta población se celebra el San Juan, en su día, el 24 de junio, por ser el Santo Patrón del pueblo.
También las poblaciones de origen africano que se asentaron en esta región trajeron sus ídolos y sus bailes. Entre ellos está el Tambor Yuca como fiesta popular que se practicó especialmente en cuatro zonas: Guacamaya, Aguacate, Galafre Viejo y Lagunillas.
También son populares en el municipio los Bembé que, según las fuentes consultadas, llegaban a durar hasta tres días; y las Serenata y Guateques que se celebraban en casa de algún vecino para festejar cumpleaños, bautizo o bodas.
San Juan y Martínez es un tranquilo pueblo en el que el tiempo por momentos parece que no pasa. Sus habitantes se apegan a la tierra y defienden cada vez con menos recursos su tradiciones, para no dejar de ser nunca la Meca del Tabaco.
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