El Consejo de Defensa Municipal en Cienfuegos (CDM) comenzó a racionar la cantidad de productos alimenticios y de aseo que se comercializan en las Tiendas Recaudadoras de Divisas y en los establecimientos de la corporación CIMEX.
El próximo jueves, 46 tiendas de ambas cadenas iniciarán las ventas, en diferentes momentos, a los representantes de 54 mil núcleos familiares registrados en las 128 bodegas de la ciudad de Cienfuegos.
Los núcleos familiares que no excedan las seis personas solo podrán comprar un paquete de pollo, con un gramaje aproximado de tres kilogramos (kg), un litro de aceite y hasta 1kg de detergente.
A los núcleos cienfuegueros con más de seis consumidores les permitirán hasta dos paquetes de pollo.
En el caso del detergente, que se distribuye en diferentes formatos, la cantidad de paquetes a comercializar dependerá del propio gramaje.
Ni siquiera las familias tendrán acceso a todos los productos. “Puede ser que CIMEX tenga aceite y TRD no” por lo que desde el CDM piden a la población “no crear estados comparativos".
En las tiendas más grandes habrá una caja registradora sólo para la venta de los citados productos, con el fin de evitar aglomeraciones y horas de espera a la población.
La Zona de Defensa Municipal de cada Consejo Popular incluyó en el nuevo método de ventas a las personas que no constan en el Registro de Consumidores de Cienfuegos, pero que residen en la ciudad.
La información de los momentos de compra para los núcleos familiares está disponible en cada bodega desde el lunes. En los asentamientos que no cuentan con tiendas de TRD o CIMEX se aplicará una variante, que permanece todavía en estudio. Mantendrán el abastecimiento a través de Comercio, Gastronomía, TRD y CIMEX.
La medida fue tomada supuestamente para evitar el acaparamiento y las colas debido a la compleja crisis económica en la que se encuentra Cuba.
Las carencias de todo tipo de productos, los precios de los alimentos y las dificultades para encontrar elementos básicos en la cocina cubana como las grasas y los cárnicos obligan al gobierno a tomar medidas más restrictivas aún.
El racionamiento de productos en divisa es el numen del fracaso de la economía socialista y del descaro del gobierno cubano que cobra a su población en una moneda que no paga. Paradójicamente el pueblo parece agradecer que se tomen estas decisiones pues al menos favorece el acceso a los productos de un modo más equitativo y seguro.
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