A medida que pasan los días y los activistas acuartelados dentro del Movimiento San Isidro resisten y persisten en sus demandas, la Seguridad del Estado demuestra su miedo con represión y acosos.
A pesar de que los activistas solo han estado leyendo poesía y pidiendo libertad de forma pacífica, el cerco policial en los alrededores de la sede del Movimiento San Isidro se mantiene feroz, y nadie que no viva en la cuadra puede acercarse.
Nueve de los activistas se declararon en huelga de hambre el miércoles, después de que agentes de la Seguridad les cortaran la llegada de suministros a la sede y le quitaran alimentos y dinero a una vecina que les llevaba comida.
La madrugada del jueves, los huelguistas fueron atacados con un líquido químico que les echaron por la puerta y el techo, y además contaminó la cisterna que no solo abastece esa casa, sino otras dos.
"Nosotros no hemos cometido ninguna ilegalidad. Ellos, sin embargo, han limitado nuestro derecho a la movilidad, nos han atacado químicamente envenenando el agua de la cisterna con ácido, han amenazado a los vecinos, han restringido el acceso a la cuadra, han detenido familiares y amigos que venían a vernos, incluso a la madre de Iliana Hernández. Pero, sobre todo, interceptaron a la vecina que nos traía el miércoles nuestros suministros de comida y aseo. Y como está documentado en las directas de ese día, esa fue la razón del comienzo de las huelgas de hambre y de hambre y sed, iniciadas a las 3:00 pm.", dijo Anamely en nombre del resto de los activistas.
"Queremos enfatizar que ellos nos han arrojado a la huelga de hambre. Esa decisión fue también una medida de sobrevivencia para Omara Ruiz Urquiola, pues al contar la comida que quedaba, nos dimos cuenta que no alcanzaba para todos", puntualizó.
Como es habitual en la policía política cubana, el aparato represivo está extendiendo sus tentáculos a las familias de los huelguistas, en un intento por desestabilizarlos y hacerlos desistir.
El jueves, la mamá de Iliana Hernández intentó despedirse de su hija porque sabe que se mantendrá firme en su decisión de no probar alimento hasta que liberen a Denis Solís, detenido el pasado 9 de noviembre y condenado a ocho meses de prisión en un juicio sumario, sin derecho a abogado defensor.
La respuesta de los represores que rodean la sede fue impedirle ver a su hija y forzarla a entrar en una patrulla de Policía, como si hubiera cometido algún delito. Luego, la tuvieron en retenida en la estación policial de Cojímar.
"Yo me voy a morir pero voy a morir orgullosa ¡porque morir por la patria es vivir! No somos terroristas, no asesinamos, no ponemos bombas, no secuestramos. No nos vamos a ir de aquí hasta que liberen a Denis", dijo Iliana en plena calle luego de que se llevaran a su mamá.
El artista Humberto "El Joker" Mena, que abandonó el jueves la huelga de hambre por razones personales, fue arrestado al salir de la sede del Movimiento San Isidro al mediodía. Lo soltaron en la noche, luego de tenerlo horas detenido en paradero desconocido.
"Nos habían asegurado que si alguien decidía irse no sería molestado y ya ven, ellos no cumplen nada de lo que prometen", señaló Anamely Ramos en sus redes sociales.
El periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho fue arrestado cuando intentaba llegar a la sede del MSI, para unirse al resto de los activistas.
El activista Michel Matos, miembro del MSI, lleva tres días sitiado por patrullas de la Policía en su casa: "¿Qué espera Cuba entera para alzar la voz, no se ven en cadenas? ¿Con mordazas, con hambre?".
"Advertimos al Estado cubano y sus representantes, que si un hecho dramático sucede, solo ellos serán los responsables y algún día aparecerá la justicia, y nadie va a olvidar", señaló el activista en Facebook.
Otros artistas, activistas y periodistas independientes han estado también sitiados desde el martes en sus casas, para impedirles sumarse al Movimiento San Isidro.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: