Los periodistas independientes Vladimir Turró Páez y Enrique Díaz Rodríguez fueron detenidos e interrogados por la Seguridad del Estado cuando se dirigían a cubrir la historia de un desalojo en la Habana Vieja, y amenazados con ser acusados del delito de “propagación de epidemia”.
Los hechos ocurrieron este martes cuando los periodistas de CubaNet se dirigían a entrevistar a una familia con orden de desalojo. “No fuimos arrestados por casualidad, porque aunque no lo mencionaron, estoy seguro que ellos sabían hacia dónde íbamos, por tanto lo que buscaban era impedirnos llegar”, aseguró Turró.
Ambos fueron detenidos y trasladados a la Sexta Estación de policía, pero fueron interrogados por separado. Sin embargo, tanto a Turró como a Díaz se les amenazó con encausarlos por propagación de epidemias si continuaban con su trabajo periodístico.
“Empezó a preguntarme sobre qué hacíamos juntos, hacia dónde nos dirigíamos, el por qué íbamos en esa dirección, cosas tontas que no me tomé el trabajo ni de contestar porque de más está decir que ellos lo sabían todo”, especificó Turró. “La entrevista (con las fuentes) se había coordinado por el teléfono y sabemos que la Seguridad del Estado escucha todas nuestras llamadas”, explicó el periodista.
Una vez en la estación policial, ambos periodistas permanecieron esperando sin comer ni beber durante más de cuatro horas, sin que nunca se les comunicara el motivo de la detención, a pesar de haberlo ellos exigido en más de una ocasión.
“Solo nos decían que teníamos que esperar. A las cuatro horas de estar sentado en un banco de concreto con dolor en todo el cuerpo, sin haber comido nada, ni haber tomado agua durante todas esas horas, aparece el oficial de la Seguridad del Estado que se hace llamar Magdiel y me lleva hacia la planta alta de la estación policial donde comienza con el interrogatorio”.
Luego de proceder de esta manera, Turró fue conducido a la estación de la Policía de Tránsito donde inspeccionaron su ciclomotor al detalle. “Lo revisaron todo, solo les faltó quitarle las gomas a la moto. Aunque gracias a Dios finalmente me liberaron como una hora después”, detalló el periodista a CubaNet.
Por su parte, el periodista Díaz Rodríguez declaró que fue sometido al mismo tipo de preguntas en su interrogatorio y también amenazado con la excusa de “la compleja situación epidemiológica que enfrenta el país”, en atención a la cual las autoridades podrían encausarlos por “propagación de epidemias”, indicó.
A diferencia de su compañero Turró, a Díaz lo trasladaron a una de las casas que tiene la Seguridad del Estado por todo el país, para realizar sus interrogatorios. “Dentro de la casa hacía tremendo frío, al parecer el aire acondicionado lo habían puesto a muy baja temperatura, lo cual es una muestra del despilfarro de combustible del régimen, ellos sí que no ahorran y mucho menos pagan corriente eléctrica”, denunció.
Según explicó el comunicador a Radio Televisión Martí, en otra amenaza velada, los agentes le dijeron que “el trabajo que estábamos haciendo pudiera... como está la situación en Cuba en estos momentos, con los precios y los ánimos un poco caldeados, que tuviéramos mucho cuidado con este tema no fuera a ser que propiciáramos inconformidad entre la población”.
Ambos reporteros conocen las estrategias de intimidación y acoso del régimen, ya que las han sufrido en varias ocasiones. Según precisa CubaNet, en 2020, la vivienda de Díaz Rodríguez fue allanada por agentes de la Seguridad del Estado que lo mantuvieron bajo arresto por más de 24 horas. Además, fue multado con 3.000 pesos en virtud del Decreto-Ley 370, una norma legal utilizada por el régimen cubano para silenciar a periodistas independientes.
Asimismo, Turró ha recibido amenazas de la policía política política tras negarse a colaborar con ellos. “La Seguridad del Estado ha utilizado todo tipo amenazas contra nosotros, ha lanzado incluso amenazas contra la familia y amigos, y aun así no han podido doblegarnos. Vamos a seguir haciendo periodismo quiera el régimen o no”, enfatizó Turró.
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