El científico Ariel Ruiz Urquiola dijo que el gobierno cubano está haciendo “uso de la medicina para doblegar al que disiente”, a propósito del último reporte de salud sobre el artista Luis Manuel Otero publicado por CiberCuba.
Un familiar del artista comentó a CiberCuba que Luis Manuel se encuentra “medio sedado, siendo hidratado por vía intravenosa, sin ingerir alimentos sólidos y firme en su posición", lo que despertó la sospecha del científico, quien hizo una lectura del hecho a través de una directa en Facebook.
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Urquiola aclaró que no existe el término “medio sedado”, sino un estado de “sedación consciente o moderada”, en el que la persona puede encontrarse “tranquila, moderada, orientada y colaboradora”; o de lo contrario se encuentra despierta y solo responde a órdenes.
El científico cubano condenó el hecho de que Luis Manuel se encontrara sedado, pues el artista no es un hombre “agresivo”, no ha “ha perdido la psiquis”, ni se trata de un “drogadicto” que ha exhibido una conducta impropia.
Según Urquiola, el hecho de que Luis Manuel esté sedado demuestra cómo el gobierno usa la medicina como un arma “para doblegar al que disiente“.
Lo han sedado para “ablandar la psiquis de esta persona, y sacarlo fuera de sí y para obligarlo a que ceda en su demanda, o para que aborte la huelga de hambre y de sed”, afirmó el activista y científico.
“Estamos hablando de que la Seguridad del Estado ha drogado a una persona, a un ciudadano civil, libre, que simplemente disentía de los abusos que este desgobierno había cometido con él”, agregó
Ariel Ruiz explicó que usar “la herramienta médica para infligir daños” a una persona a través de suministrarle una droga, cuando ni tan siquiera se trata de “un paciente en una institución pública, es un crimen de lesa humanidad”, subrayó.
En adición, el científico cuestionó la información sobre que Luis Manuel no ha “ingerido alimentos sólidos”, y aclaró que si el artista ha ingerido alimentos líquidos como jugo o leche por vía oral, este ya no se encontraría en huelga de hambre; y de que haber ingerido agua, tampoco se encontraría en huelga de sed.
Lo cual es muy diferente a estar siendo hidratado a la fuerza con inyecciones intravenosas con agua y destroza líquida en su cuerpo, aunque, habiendo sido drogado, puede haber ocurrido cualquier cosa, aseguró Urquiola, quien además recordó que el estado persigue desacreditar a Luis Manuel y su huelga de hambre por cualquier medio.
“Estoy hablando de dos casos de extrema situación, de extremo desamparo, donde tu vida no tiene ninguna valor porque es absolutamente dependiente de una dictadura que te tiene encerrado o de un sistema de salud pública que te trata de matar y doblegar que por la tortura médica”
Después de 7 días de huelga de hambre y sed, la policía política entró sin consentimiento a la casa de Luis Manuel Otero Alcántara en la madrugada del 2 de mayo, y lo obligó a ingresar en el Hospital Calixto García, en La Habana, donde el activista ha sido aislado y celosamente custodiado por un operativo militar.
A pesar de las recientes declaraciones de la familia, activistas cubanos del Movimiento San Isidro y el 27N siguen reclamando una fe de vida de Luis Manuel Otero al gobierno cubano, debido a la oscuridad que se cierne sobre el caso.
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