La decisión tomada por el rapero cubano Denis Solís de marchar al exilio junto a parte de su familia fue provocada por el hostigamiento sufrido por el artista desde que fue excarcelado, afirmó la activista Anamely Ramos este lunes en sus redes sociales.
“Denis Solís me llamó ahora desde Serbia. Está bien, cansado después de un viaje de dos días. Viajó el sábado con parte de su familia. Fue una decisión personal y familiar, impulsada por el hostigamiento al que ha estado sometido desde que fuera excarcelado el pasado julio”, indicó la historiadora del arte.
Ramos, acuartelada de San Isidro hace un año y residiendo ahora en México, expresó que se trata de una decisión siempre difícil, cuya dificultad no termina una vez fuera del país. “A Denis y su familia le espera un proceso difícil de adaptación, como ha sucedido con todos los cubanos que han decidido escapar de Cuba”, señaló.
La activista, que formó parte del grupo de una decena de artistas, periodistas y miembros de la sociedad civil que se plantaron en huelga de hambre en la sede del Movimiento San Isidro (MSI) para exigir la liberación del rapero, explicó que los millones de cubanos en el exilio confirman “lo asfixiante que se ha tornado la Isla para todos aquellos que intenten construir un mejor país o una mejor vida”.
Detenido el 9 de noviembre del 2020 tras encarar verbalmente a un policía que entró a su casa sin orden judicial, Solís fue víctima de una trampa tendida por la Seguridad del Estado, cuyos represores allanaron su domicilio para llevárselo detenido arbitrariamente y de forma violenta. Dos días después de su detención y tras un ilegal juicio sumario, el artista ingresó en prisión condenado a ocho meses de cárcel por un presunto delito de "desacato".
Su detención arbitraria provocó una ola de repulsa dentro y fuera de la isla y acabó con un grupo de activistas y miembros del MSI acuartelados en huelga de hambre durante casi 10 días para exigir su liberación, que finalmente se produjo el 11 de julio, coincidiendo con una histórica jornada de protestas en Cuba.
Sin embargo, el violento desalojo sufrido por los huelguistas el 26 de noviembre provocó la manifestación del día siguiente frente al ministerio de Cultura, conocida como el 27N: unos hechos inscritos en el contexto de represión y descrédito en plataformas oficialistas contra sus protagonistas, y que potenciaron el activismo de una sociedad civil emergente, cansada de la violación de los derechos humanos y las libertades por parte del régimen totalitario cubano.
Este lunes, perfiles de redes sociales asociados a la Seguridad del Estado y conocidos por difamar a opositores y montar campañas de descrédito contra activistas, publicaron fotografías del rapero en el aeropuerto, intentando presentar su viaje a Serbia como un abandono de la "causa" que ha movilizado a tantos ciudadanos y organizaciones internacionales.
“Sobre las publicaciones y fotos que han estado saliendo en perfiles de la Seguridad del Estado no hay mucho que decir. Se trata de un procedimiento estándar que han estado utilizando de manera recurrente con los opositores que han salido del país en los últimos meses”, denunció Ramos.
“El Estado cubano exhibe como trofeos a cada uno que sale, de manera inescrupulosa. Son una mafia y como tal actúan. Creen que eso refuerza su poder, pero en realidad sólo muestra la precariedad y lo ilegítimo de ese poder que ostentan”, añadió la activista, precisando que Solís ofrecerá declaraciones “cuando se sienta en condiciones y explicará cómo fue el proceso”.
A principios de mes, Solís escribió en su cuenta de Facebook para defender las decisiones tomadas por el rapero El Funky y las activistas Claudia Genlui y Anamely Ramos, que han viajado fuera de Cuba luego de ejercer el activismo en la isla
"Nuestra lucha no se debe torcer, poniéndonos a chocar los unos con los otros. Nuestra lucha debe mantenerse alineada contra el dragón devorador de todo un pueblo, unidos sin distinción ni división, sobre todo con amor y respeto en nombre del futuro de nuestra nación sufrida carcomida por el cáncer socialista", escribió Solís.
"Si proferimos tanto de DERECHOS, ¿por qué descuartizamos el derecho de los hermanos a decidir por nuestro futuro, por nuestra seguridad de vida, refugiándonos en tierra de libertad de un régimen asesino, por nuestras propias decisiones como el resto de los hermanos exiliados que también tuvieron sus razones de salir ya que todos por igual sufrimos por la misma máquina demoledora del PCC?", añadió.
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