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El doctor José Luis Perelló, profesor titular y experto en turismo de Cuba, justificó la construcción de hoteles en el país e indicó que en la actualidad se construyen pocos.
En conferencia durante el XV Seminario Internacional Periodismo y Turismo, en La Habana, el catedrático aseguró que la construcción de hoteles es una práctica internacional y que en Cuba se hacen pocos en comparación con la cantidad que se construyen en el mundo, que este año incorporará 120 mil nuevas instalaciones.
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"En la actualidad tenemos más de 80 mil habitaciones hoteleras con 20 mil privadas y la proyección para 2030 es de 95 mil. El 28 por ciento se ubicaría en La Habana", dijo Perelló ante la prensa oficialista cubana.
Se refirió también a una nueva modalidad de turismo de islas privadas. Dijo que más de 50 islas en el Caribe han sido compradas y que sus propietarios las han convertido en lujosos destinos. Alertó que en esos casos el problema futuro no se relaciona con el impacto de la actividad turística sino con la gobernabilidad de los territorios.
El científico señaló que "la caída del turismo en el Caribe ha sido de más del 50 por ciento" tras la pandemia del coronavirus y defendió que la región debe impulsar otras industrias para lograr un desarrollo sostenible.
En criterio de Perelló la isla debe "consolidarse en el turismo de sol y playa". Este tipo de actividad turística por lo general se desarrolla en la modalidad todo incluido, donde el visitante a penas tiene contacto con la realidad social del país al que viaja, pues se mantiene consumiendo en el hotel y disfrutando de la arena y el mar, sin preocuparse de lo que ocurre a su alrededor.
Cuba atraviesa una dura crisis económica, que se inició antes de la pandemia del coronavirus. La construcción de hoteles genera incomodidad y críticas de la población que percibe estas inversiones del Estado como algo innecesario pues no se aprecian mejoras en la calidad de vida a corto, mediano, ni a largo plazo.
Alexander Sierra, especialista de la Dirección de Desarrollo del Ministerio de Turismo, quien también participó en el evento, especificó que Cuba cuenta con 77,809 habitaciones hoteleras. El 44,5% de ellas tienen categoría de cinco estrellas, el 29,6% son de cuatro estrellas, el 13,6% de tres estrellas y el 12% de otra clasificación.
El Grupo Gaviota, propiedad del Grupo de Administración Empresarial, SA (GAESA) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), controla el 48% de las instalaciones hoteleras del país. Cubanacán tiene el 22%, Gran Caribe el 18% y el 12% es de la compañía Islazul. Hay 50 mil habitaciones administradas por compañías hoteleras extranjeras, como Meliá, Iberostar, BlueDiamond, Roc, Barceló, Blau, Kempinski, Accor, NH, Axel, Be Live y Sirenis.
En mayo el gobierno cubano aseguró que el país comienza a incrementar el número de turistas, tras la caída que sufrió este indicador durante la pandemia del coronavirus. Se recibieron en los primeros cuatro meses del 2022 más de 450 mil turistas.
Sin embargo, el Mintur se impuso una meta ambiciosa que al ritmo de llegada de visitantes actual no parece que pueda cumplirla, planificaron recibir 2.5 millones de visitantes en 2022. Desde mayo culparon al "embargo estadounidense" de las bajas cifras alcanzadas y afirmaron que la isla tiene que competir "con mercados de más larga distancia".
No mencionaron las continuas críticas en redes sociales a la mala calidad de los servicios en Cuba, ni la escasa oferta gastronómica de muchos hoteles, ni el mal estado físico-constructivo de algunas instalaciones, elementos que atentan contra la elección de Cuba como destino.
En mayo Perelló publicó un grupo de artículos citados por Portal Cuba en los que enfatizó la importancia del emprendimiento en el turismo a escala local, para generar un desarrollo endógeno en el país. Sin embargo, pocos de los proyectos que surgen en la isla logran triunfar porque terminan asfixiados por los controles gubernamentales y los altos impuestos a pagar.
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