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El científico cubano Ariel Ruiz Urquiola, quien lleva 12 días en huelga de hambre y sed frente a la sede de la ONU en Ginebra, Suiza, defendió este viernes los motivos de su protesta y afirmó que no busca la compasión de nadie.
El biólogo y activista explicó en una directa de Facebook que nunca se ha quejado de dolores ni malestares a consecuencia de la prolongada inanición, y en respuesta a algunas personas que presuntamente intentan socavar y desvirtuar su decisión personal.
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"Les pido de favor que a cualquier persona que hable en nombre mío y diga que si me duele esto o aquello, que los manden a tomar por culo", expresó enojado.
"Hago esto porque lo debo hacer pero no busco la compasión de nadie", dijo al referirse a su huelga, con la que exige a las Naciones Unidos un pronunciamiento contundente sobre las arbitrariedades del régimen cubano con él y su hermana, la académica Omara Ruiz Urquiola.
La víspera, ya muy debilitado, el científico recibió la visita de una representante de Tlaleng Mofokeng, relatora especial sobre el Derecho a la Salud Física y Mental del Alto Comisionado de DD.HH. de las Naciones Unidas, quien se entrevistó con él durante una hora en calidad de secreto profesional.
En la cita se acordó elevar a Mofokeng, actualmente en Sudáfrica, las denuncias sobre las presuntas torturas médicas cometidas por el régimen de La Habana contra el científico cubano y su hermana.
En otra directa de Facebook la activista y periodista de CiberCuba Iliana Hernández informó que la noche del pasado martes el cubano fue trasladado a un hospital y luego de estabilizarlo regresó al lugar de la protesta frente al Palacio de Wilson. Este jueves se le suministró otro suero de cloruro de sodio para poder participar en las reuniones.
Ruiz Urquiola dice tener dolores en los riñones y se siente mal, por lo que pidió a los cubanos residentes en esa ciudad movilizarse hacia el lugar para presionar a Naciones Unidas a atender sus reclamos.
El activista denuncia con su huelga las políticas represivas del régimen cubano contra su familia, cuyo más reciente episodio ha sido impedir el regreso a la isla de su hermana Omara, profesora de arte e investigadora del Observatorio de Libertad Académica (OLA), quien hace algunos meses viajó a Estados Unidos para recibir un tratamiento oncológico.
El pasado 25 de junio, cuando ella se disponía a regresar a Cuba, funcionarios de Southwest Airlines le comunicaron en un aeropuerto del sur de Florida que tenía prohibida la entrada a su país.
Una petición publicada el pasado viernes en la plataforma Change.org reúne firmas para que la ONU se pronuncie a favor de los hermanos Ruiz Urquiola, académicos y activistas que sistemáticamente son perseguidos por el régimen de La Habana.
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