El vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa checó el programa de gallinas rústicas en la provincia de Villa Clara durante su visita de este fin de semana al territorio.
“Visita vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, módulos pecuarios en Corralillo, Quemado, Sagua y Placetas. Chequea el programa avícola y de él las gallinas rústicas. Amplio diálogo con productores”, apuntó este viernes en Twitter el primer secretario del PCC en Villa Clara, Miguel Colina.
También Colina compartió varias imágenes de las granjas de gallinas rústicas, una alternativa de la avicultura cubana para paliar las bajas producciones de carne y huevo de ese sector ante la falta de piensos industriales para la crianza de otras razas de aves.
Las gallinas rústicas se mantienen con comida alternativa y pasto verde, y es una opción que se ha ido extendiendo en la isla, ante la crisis de producción de huevos y carne de ese sector.
En el último año en distintas provincias del país comenzó a fomentarse el programa de gallinas rústicas y la cría de codornices para producir huevos y carnes.
En octubre último, en la comunidad de Roo, en el municipio Manatí de Las Tunas comenzó la construcción de naves para recibir en cada una a 2,500 gallinas rústicas con sus fuentes naturales para la alimentación, además de 5,000 codornices.
También en Holguín, ante la imposibilidad de producir huevos de gallina, la industria tuvo que recurrir a la cría de codornices para mitigar la escasez de posturas y sus altos precios en el mercado interno.
El llamado Programa de la Codorniz es un proyecto de avicultura alternativa que, según su director, Agustín Ricardo Aballe, busca "producir proteínas lo más rápido posible".
Entre enero y septiembre de este año esa empresa vendió de forma directa a la población cerca de tres millones de huevos de esa ave.
Considerada la proteína más barata que existe, el huevo escasea cada vez más en Cuba, debido a la imposibilidad de la industria nacional de producir pienso para dar de comer a las gallinas, a la par que el gobierno tampoco tiene dinero para importar el alimento ni sus materias primas.
El huevo ha pasado a convertirse en un producto altamente codiciado por el pueblo, mientras la prensa oficialista culpa de la escasez a los revendedores y no a la industria alimenticia cubana que es incapaz de satisfacer la demanda.
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