Una nueva fábrica de harina de yuca abrirá en Artemisa, una alternativa gubernamental para paliar el crítico déficit de harina de trigo en el país.
La planta, perteneciente a la Empresa Cítricos Ceiba (ECC), ubicada en Caimito, tendrá una capacidad de producción de 200 a 1,200 kilogramos de harina de yuca cada día, que se venderá en la red de comercios estatales del municipio, la industria alimentaria y tiendas en divisa, informó el diario local El Artemiseño.
Alejandro Valdés, director general de la ECC, explicó que la fábrica obtendrá una tonelada de harina tras procesar dos de yuca fresca y actualmente cuentan con unas nueve hectáreas del tubérculo, "suficientes para el inicio".
"Dentro del total de tierras, tenemos un programa para la siembra de la yuca; como mínimo en un año debemos sembrar 300 hectáreas para mantener la industria, con un rendimiento de entre ocho y 10 toneladas por hectáreas”, aseguró optimista el directivo.
La tecnología para la planta fue donada por el Proyecto de Apoyo a la Agricultura Sostenible (PAAS) y desde junio del pasado año se han dedicado al proceso de montaje y los ajustes tecnológicos, con un presupuesto de siete millones de pesos.
Aunque la escasez de materiales de construcción ha vuelto "difícil" cumplir los plazos, esperan concluir una parte entre el 15 y el 20 de este mes "si se mantiene el flujo de materiales", y luego, colocarían el piso paulatinamente, pues, "debe comenzar a entrar en cantidades pequeñas".
En la unidad, el tubérculo traído desde el campo pasará por una fase de limpieza con agua, luego a un tanque donde unas aspas le retirarán toda la cáscara, para continuar con su trituración y prensado, hasta eliminar un 15 por ciento de su humedad.
“En el siguiente nivel llegará a otra trituradora y el proceso de secado en el horno, a unos 400 grados. Finalmente quedará solo el envasado, luego de un proceso decantador”, puntualizó Valdés.
Ante la imposibilidad de producir pan y otros alimentos a causa de la carencia de harina de trigo, las autoridades cubanas apuestan por alternativas menos populares como la yuca, que se considera un extensor, para cambiar la fórmula y utilizar la menor cantidad de harina tradicional.
La primera fábrica de harina a partir del tubérculo se ubicó en Camagüey, en noviembre del año pasado, para implementar la fórmula que permitiría sustituir un 70% de harina de trigo por la de yuca.
Otras provincias como Cienfuegos también adoptaron esta alternativa para la producción de alimentos como el pan, que forman parte de la dieta básica de los cubanos.
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