La Tarea Ordenamiento provocó la quiebra en la producción de café en Guantánamo, donde la empresa estatal "Asdrúbal López" lleva dos años con pérdidas económicas millonarias.
Antes de enero de 2021, fecha en que se implementó el programa económico de Miguel Díaz-Canel, esa entidad estatal registraba utilidades de hasta 20 millones de pesos, pero desde entonces las pérdidas superan los 300 millones.
"Se estableció un precio de compra a los productores que es muy superior al precio de venta al consumo nacional, nuestro principal destino”, dijo Osmel de la Cruz Cala, director general de la empresa, al periódico oficialista Venceremos.
Esa entidad cafetalera de Guantánamo es la única que está autorizada por el gobierno a tener pérdidas, pero aún así la realidad es que se trata de una empresa sin rentabilidades.
El peor año fue el 2021, cuando la "Asdrúbal López" perdió más de 50 mil de pesos por cada tonelada del grano que se mezcla con chícharo y se vende en las bodegas cubanas.
En 2022 se incrementaron los precios de compra venta, pero la empresa siguió reportando un déficit de 32 mil de pesos, que subió a 52 mil si se le suman los gastos de procesamiento, transportación, salario, entre otros.
Crítica situación también tienen con la exportación de café, y aunque se vendieron casi 500 toneladas, las pérdidas superaron los 30 millones de pesos.
“El precio al productor de una tonelada de café arábigo, de primera calidad, es de 228 mil pesos, y logramos vender en el mercado internacional a unos 5 mil USD, de modo que cumplimos el plan de exportación en valores, y hasta ahí todo bien. Donde se pone malo es en el cambio, cuando multiplicas ese dinero en dólares al cambio de 1 por 24, y te da 96 mil pesos por tonelada de café exportado”, explicó el directivo.
La empresa se encuentra atrapada en una disyuntiva: garantizar el café que se le vende a la población en un mercado "cautivo con precios y pérdidas definidos desde arriba" e incrementar las exportaciones.
Para hacer frente a la actual crisis, Osmel de la Cruz Cala propone que se establezca la tasa de cambio de 1 por 120 para el dólar y así no perder con las exportaciones.
Las consecuencias de una empresa con déficit económico se notan no solo en sus números bancarios, sino en el personal que trabaja en ella, de ahí que lamente el director De la Cruz Cala que muchos empleados hayan pedido la baja.
"Se han ido el director económico, un trabajador del Departamento de Comercio Exterior, y hasta uno de los representantes que tenemos en La Habana para trámites de exportación, porque no es fácil pasar de tener uno de los mejores salarios a ser de los peores pagados en una empresa que exporta", explicó.
Tampoco a los posibles inversores extranjeros les llama la atención poner su capital en una empresa que genera pérdidas y aunque el café está insertado en la cartera de Oportunidades del gobierno cubano, nadie puede convencerlos de que puede ser un negocio rentable.
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