El exministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Raúl Castro Ruz, volvió a aparecer en público este sábado durante el sepelio del General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro primero de dicha institución, quien falleció el pasado 24 de septiembre.
Esta reaparición, la segunda en menos de una semana, ocurre en medio de rumores persistentes sobre un supuesto deterioro grave de su salud, rumores que han circulado con fuerza en redes sociales y algunos medios independientes.
Castro, de 93 años, encabezó la ceremonia en la sala Granma del MINFAR junto gobernante Miguel Díaz-Canel. El General de Ejército fue el primero en rendir homenaje, colocando una rosa blanca ante la urna que contenía las cenizas de Espinosa Martín.
La semana pasada, Castro ya había hecho una breve aparición pública cuando recibió al presidente de Vietnam, To Lam, un acto que buscó silenciar los rumores sobre su muerte o deterioro grave.
Sin embargo, los comentarios sobre su estado de salud continuaron, alimentados por su avanzada edad y la creciente ausencia de la vida pública en los últimos meses. Esta segunda aparición, en un evento solemne y de importancia histórica, parece intentar poner fin a las especulaciones que lo han rodeado.
A través de su cuenta en X, Díaz-Canel rindió homenaje al fallecido general y destacó la presencia en la ceremonia del nonagenario general que le puso al frente del gobierno y le ungió como supuesto líder de la llamada “continuidad”.
La reaparición de Raúl en el sepelio de uno de los militares más influyentes de la llamada “revolución” se produce en un momento en el que el liderazgo cubano enfrenta la pérdida de varias figuras clave de la llamada “vieja guardia”.
Solo en septiembre, cuatro generales más fallecieron, lo que subraya la fragilidad de la cúpula histórica del régimen y genera debates sobre la necesidad de un relevo generacional, y sobre la transición hacia la democracia de la dictadura más longeva del hemisferio occidental.
A pesar de los esfuerzos del régimen por mantener la imagen de Castro como una figura activa, su edad y las muertes de sus compañeros más cercanos han alimentado la sensación de que se acerca el fin de una era.
Mientras tanto, su presencia en estos eventos busca demostrar que, aunque debilitado, Raúl Castro sigue siendo un pilar simbólico del sistema cubano.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: