Tras el anuncio del cierre definitivo del parque de casas móviles Lil' Abner en Sweetwater, Miami-Dade, los residentes de la zona se han reunido para exigir una mayor compensación para dejar sus hogares.
"50 mil dólares y no más de seis meses de renta", declaró una cubana en un video de TikTok de la cuenta agonpa_. "Nos engañaron. En los seis meses que dieron, no se paga la renta y no me voy por menos de 50 mil dólares. Nos permitieron invertir sin advertir que venderían, porque una venta así no surge de la noche a la mañana", añadió esta residente, quien amenazó con no salir ni permitir que sus hijos lo hagan.
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Otro afectado por la medida, que tiene en vilo a más de 900 familias, señaló que hasta el momento se les ofrece 14,000 dólares a los dueños de las viviendas: “pero sabemos que eso no es justo”, expresó.
La decisión de cerrar el parque Lil' Abner tomó a los residentes por sorpresa, generando protestas y revelando el valor estratégico de estos terrenos en una ciudad donde el mercado inmobiliario es altamente competitivo y la demanda de vivienda sigue en aumento.
Los terrenos del parque Lil' Abner tienen una ubicación privilegiada, a pocos minutos de universidades, centros comerciales y otros servicios esenciales en Miami-Dade.
Su cercanía a instituciones educativas como la Universidad Internacional de Florida (FIU) y Miami Dade College, así como su acceso a rutas principales y centros de tránsito importantes, hace que esta zona sea atractiva para desarrolladores e inversionistas.
En una ciudad con problemas de acceso a vivienda asequible y precios de alquiler en aumento, los desarrolladores ven en estos terrenos una oportunidad para construir complejos residenciales y comerciales que responden a la alta demanda.
Además, el parque cuenta con servicios de salud y tres centros comerciales a menos de diez minutos al día, aumentando su valor como zona residencial. La proximidad al Aeropuerto Internacional de Miami también contribuye a la atracción de estos terrenos para nuevos proyectos urbanísticos.
El plan de desarrollo para el área, según informa la gerencia del parque, incluye viviendas, instalaciones médicas, un centro comunitario y un parque público, con la esperanza de brindar beneficios a largo plazo a la comunidad.
Sin embargo, esta visión de futuro no calma la preocupación inmediata de las 900 familias afectadas, muchas de las dificultades para encontrar un nuevo hogar que puedan pagar en un mercado de alquiler disparado.
La administración del parque ha ofrecido incentivos financieros a quienes deciden abandonar la propiedad antes de enero de 2025, aunque muchos residentes consideran insuficiente la compensación para cubrir los gastos de reubicación. Señalan que el desalojo los afecta tanto emocional como económicamente.
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