La agudeza de la novela Memorias del subdesarrollo se relacionan con los polémicos criterios del autor sobre la identidad nacional y el comportamiento del cubano, más allá de complacencias y conformismos diversos.
El escritor Edmundo Desnoes, al igual que el cineasta Tomás Gutiérrez Alea en la adaptación al cine, coloca sus opiniones personales en la voz de su protagonista, un hombre que conoce diversas teorías sobre la identidad de lo cubano, y maneja tales conceptos con toda soltura y muchísima honestidad.
La novela prescinde del cubaneo circunstancial, para profundizar en la inconformidad del personaje protagónico, siempre dispuesto a pensarnos, observarnos, distinguirnos entre todos los demás pueblos gracias al poder de la razón y al distanciamiento de las circunstancias coyunturales.
En la novela hay por lo menos diez frases que articulan una particular teoría crítica sobre la cubanidad. Y tales frases serán siempre vigentes, por más que agredan a quienes pretenden acercarse al mismo tema con los colores del elogio:
1. “Todo el talento del cubano se gasta en adaptarse al momento”.
2. “Hasta los sentimientos del cubano son subdesarrollados: sus alegrías y sus sufrimientos son primitivos y directos, no han sido trabajados y enredados por la cultura”.
3. “Cada vez que leía una novela francesa me daba cuenta de nuestro atraso social y sicológico. Cada nuevo producto que aparecía en el mercado norteamericano me hacía consciente de nuestro atraso científico, técnico, industrial... Éramos una factoría, un pueblo de consumidores”.
4. “El artista, el verdadero artista (...), siempre será un enemigo del Estado”.
5. “Esa es una de las señales del subdesarrollo: incapacidad para relacionar las cosas, para acumular experiencia y desarrollarse”.
6. “El cubano se olvida fácilmente del pasado: vive demasiado en el presente”.
7. “Para eso solamente sirven los países atrasados, para la vida de los instintos, para matar animales salvajes, pescar o tirarse en la arena a coger sol"”.
8. “Aquí todo madura y se descompone con facilidad”.
9. “La Revolución, aunque me destruya, es mi venganza contra la estúpida burguesía cubana, contra mi propia vida cretina”.
10. “Todos son unos ilusos. La contra, porque vive convencida de que recuperará fácilmente su cómoda ignorancia; la Revolución, porque cree que puede sacar a este país del subdesarrollo”.
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