Es el último grito de la moda en Guantánamo. Se trata de un auto mitad 'pisicorre', mitad tractor, que ha popularizado la Cooperativa de Producción Agropecuaria Andrés Chongo, de la Escondida de Monte Rus, en el municipio guantanamero de El Salvador.
Tiene la parte delantera de tractor, pero cuando se le mira de lado, entonces se le nota la clase. Los construyen en un taller de Sagua de Tánamo (Holguín) con restos de vehículos agrícolas y chapas, según recoge el diario Venceremos.
Los artesanos que los fabrican imitan la cubierta de los jeep Willy largos, les habilitan asientos, parabrisas, nuevas instalaciones eléctricas y motores potentes, que se han convertido en un problema cuando llueve porque hacen que el auto se haga más pesado.
Este tipo de vehículos se ha hecho popular en las montañas de El Salvador (Guantánamo), donde los usan para remolcar carretas cargadas de productos agrícolas, pero también para el transporte de pasajeros.
Pese a la escasez de materias primas, los cubanos han hecho aportaciones increíbles a la industria de la automoción, consiguiendo no sólo idear nuevos vehículos sino también manteniendo en carretera a los famosos almendrones.
Los tractores han dado mucho de sí en Cuba.
Un padre cubano se puso manos a la obra y en 2016 construyó un juguete muy especial para su hijo: un bici-tractor. El vehículo hace las delicias de los pequeños en el barrio La Coronilla de Jicotea, un poblado que tiene el honor de ser el primero que tuvo ayuntamiento propio en Ciego de Ávila.
El vehículo tiene todo lo que necesita para circular por las calles destrozadas de La Coronilla. Sólo le faltan las luces, pero teniendo en cuenta que es un juguete, tampoco las necesita.
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