Tras un descenso en el número de turistas estadounidenses que visitaron Cuba en 2018, varios turoperadores norteamericanos consultados por el Center for Responsible Travel (Crest) coinciden en que la tendencia se revertirá durante este año.
Los viajes a la Isla se resintieron luego de que la Casa Blanca de Donald Trump efectuó en junio de 2017 varios cambios en su política hacia el régimen, que además de reforzar el embargo, taparon algunos vacíos legales que posibilitaban los viajes individuales. El Departamento de Estado, meses después, emitió un aviso de viaje para que los estadounidenses reconsideraran su deseo de visitar el país caribeño.
Según informa el portal Travel Weekly, las medidas de Washington provocaron que, de 447.683 turistas norteamericanos en las calles cubanas en 2017, el número pasara a 297.360 en 2018.
A pesar de ello, Cuba cerró el año con 4,7 millones de visitantes extranjeros, un 4,5% más que en el año precedente, de acuerdo con cifras aportadas por el Ministerio de Turismo. En 2019, las autoridades se han fijado como objetivo alcanzar los 5,1 millones de turistas foráneos.
Para Martha Honey, directora ejecutiva de Crest, las perspectivas son mejores este año, dado que el Departamento de Estado suavizó sus advertencias de viaje en agosto de 2018 al nivel 2, el mismo que EE.UU. ha asignado a muchos países de Europa.
“Cuba es uno de los países más seguros del mundo para visitar”, asegura Honey. “Nos alegra que los turoperadores estadounidenses hayan afirmado que el número de norteamericanos que irán a Cuba este año, especialmente los de los programas pueblo-a-pueblo, se incrementará este año”.
Según la publicación, la forma más fácil de viajar es en grupo con un turoperador, a través de un programa pueblo-a-pueblo. “Para ello –explica Kate Simpson, presidenta de Academic Travel Abroad– se necesita un calendario de actividades a tiempo completo, y con interacciones significativas con los cubanos”.
Aunque bajo la administración Obama se autorizaron 12 modalidades de viaje, la modalidad puramente turística no está contemplada aún.
De los que respondieron a la encuesta de Crest, más de la mitad dijeron que esperaran que los viajes pueblo-a-pueblo fueran al alza este año; un 22% aseguró que decrecerían, y el resto opinó que no habría cambios.
“No ha habido mejor momento que éste para viajar –opina una de las fuentes consultadas-, con vuelos directos desde EE.UU, cruceros, más capacidades de alojamiento disponibles online, y un creciente sector privado en cuanto a restaurantes, vida nocturna y atracciones”.
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