Miguel Grillo Morales, un ganadero cubano residente en la Florida, relató cómo la Revolución intervino la finca de su familia en 1963 bajo la justificación de que las tierras serían repartidas.
Este ciudadano de la Isla, que nació en 1956 en Matanzas y es padre de cuatro hijos, lamentó en el post publicado en su perfil de Facebook que aquel reparto nunca se produjo.
Actualmente las tierras son un monte de marabú, algo que lleva a pensar a Grillo Morales qué hubiera pasado si Cuba hubiese vuelto al "sendero democrático".
A continuación reproducimos el post de forma íntegra:
Cuando yo nací Cuba era un país vivible. Mi padre era propietario junto a otros seis hermanos de una finquita de 24 caballería (800) acres en las afueras del central Mercedes, Colón, Matanzas.
De niño, mi tío Pipe Grillo me llevaba a recorrer los potreros donde pastaba ganado Cebú registrado de óptima calidad. Fue allí donde heredé el amor por esta raza de ganado. En 1963 a los hermanos Grillo le intervinieron la finca y los despojaron de todas sus propiedades. La incipiente dictadura castrista uso como argumento que aquellas tierras serían repartidas.
Bueno amigos, aquellas tierras nunca fueron repartidas, hoy son un impenetrable monte de marabú al que algunos vecinos del central han logrado rescatarle pequeñas parcelas para cultivar algo y poder sobrevivir.
A veces me detengo a pensar cual hubiese sido la historia si Cuba hubiese retomado un sendero democrático. No me detengo a pensarlo por mucho rato, necesito utilizar mi tiempo en criar ganado de buena calidad.
Es una manera de rendir tributo a aquellos Grillos que no eran ni latifundistas ni millonarios, sino simples guajiros trabajadores. Y de probar lo torcida que son las ideas de los que han gobernado a Cuba por los últimos 60 años.
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