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Suzanne L'Esperance y su esposo Jean-Maurice Mailhot viajaron a Cuba para descansar durante una semana, pero la estancia de esta pareja de turistas canadienses se complicó desde los primeros momentos de su llegada a la Isla. Según informó este lunes Le Journal de Montréal, la mujer comenzó a sentirse mal y tuvo que ser llevada de urgencia a un hospital.
Días después, el 18 de noviembre, Suzanne estaba preocupada y envío un mensaje de texto a sus hijos en el que pedía regresar al territorio canadiense. "Quiero irme a casa", dijo.
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A este mensaje había que sumar la preocupación de Mailhot por el mal estado de las condiciones del recinto sanitario.
Ante este escenario, los hijos de L'Esperance pusieron en marcha los trámites para pagar el tratamiento de su madre de 69 años. Josée y Tommy Desormeaux, que el lunes esperaban en el aeropuerto Montréal-Trudeau el regreso del compañero sentimental de su progenitora, explicaron que intentaron todo para enviar el dinero. El hospital pidió más de 13 mil dólares para permitir que su madre pudiera marcharse.
"El seguro se ofreció a pagar. Intentamos encontrar un camino a través de las tarjetas de crédito. Queríamos llamar allí para dar un número de tarjeta de crédito. No había nada que hacer", aseguró Josée.
En este sentido señaló que la cantidad que pedían cambiaba "constantemente". Además pedían efectivo y Suzanne tenía que ir acompañada a un banco para sacar el dinero. "Mi madre salió y dijo que eso no podía ser así", agregó la hija de la fallecida.
Mi madre dijo: 'no voy, quiero volver al hospital'. Dio diez pasos y cayó muerta, un paro cardíaco por estrés. Murió como un perro en la calle, teníamos el dinero", denunció Josée.
"No puedo imaginar que permitamos que la gente muera por una suma de dinero", lamentó.
Ahora la familia de Suzanne L'Esperance centra sus esfuerzos en repatriar el cuerpo a Canadá y aclarar qué sucedió.
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