Asclepio o Asclepios, era el Dios de la medicina y la curación para los griegos en la Antigüedad. Sus atributos se representan con una serpiente enrollada en un bastón y este símbolo se utiliza en el escudo del Colegio Médico Cubano.
Quizás fue esta la razón por la que se eligió su nombre para el proyecto constructivo de los arquitectos cubanos Margarita Enma del Pozo, más conocida como Margot del Pozo y su marido, José Vicente Lanz.
En 1951 este matrimonio cubano de arquitectos fundó su propia firma, Lanz del Pozo, en la que desarrollaron más de cien obras ubicadas en La Habana, Varadero y Camagüey. Entre ellas está la Clínica Asclepios.
La edificación se encuentra armónicamente integrada en el paisaje urbano del Vedado y es muy recordada entre los ciudadanos por el mural escultórico que tiene en su fachada. Pertenece al artista cubano Rolando López Dirube.
Este destacado escultor desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en Puerto Rico, donde emigró tras el triunfo de la Revolución. Sin embargo, su impronta en el paisaje habanero es memorable.
A López Dirube pertenece, además, el mural escultórico que se encuentra en la casa ubicada en la intersección de Avenida Mayía Rodríguez y Calle San Mariano. Existe entre ambas obras una similitud que permite a los habaneros relacionar estos espacios de la ciudad.
El Edificio Asclepios se localiza en la Avenida Paseo y calle 17, en el Vedado. Forma parte del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular cuya sede principal se encuentra en la esquina adyacente y es de nueva creación.
La Clínica Asclepios tras la Revolución se mantiene ofreciendo servicios hospitalarios, en sus 10 plantas. Estas son las funciones para las que fue diseñada originalmente, lo que favorece que reciba el mantenimiento necesario en un edificio de su tipo.
Otras muchas edificaciones no han tenido esta suerte a pesar de ser también verdaderos exponentes de la Arquitectura Moderna en Cuba.
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