Este artículo es de hace 4 años
- El siglo de las luces, de Alejo Carpentier, relata los conflictos inherentes a las revoluciones: la injusticia que las origina, el absolutismo que instauran, los desmanes que pueden engendrar. Algunos consideran tan importante como esta, otras novelas de Carpentier como El reino de este mundo o El recurso del método.
- Cecilia Valdés, de Cirilo Villaverde, fue publicada en dos tomos en 1839 y 1879 que se reunieron en una edición final en 1882. La obra de Villaverde se ambienta en la Cuba de 1830, y retrata la vida de los mestizos libres, los años españoles o criollos y los esclavos. Cuenta la historia de amor entre Cecilia y Leonardo, quienes desconocen que son medio hermanos e hijos del mismo padre.
- Paradiso, de José Lezama Lima fue publicada en 1966, aunque sus dos primeros capítulos fueron publicados mucho antes. El relato desafía todas las leyes de la literatura tradicional para contar la historia del poeta José Cemí desde su nacimiento hasta sus primeros años universitarios, y así se configura una novela de aprendizaje de estructura compleja, que desafía el intelecto del lector.
- Mi tío el empleado, de Ramón Meza relata la historia de don Vicente Cuevas, que llega a Cuba de España a bordo de un bergantín, sin más carta de presentación que una recomendación del señor marqués de Casa Vetusta. La novela es narrada por el sobrino de Vicente; y denuncia cómo los funcionarios de la colonia se corrompen y enriquecen. El relato transcurre entre sórdidas oficinas, en el lujo grotesco de los advenedizos y oportunistas.
- Tres tristes tigres, de Guillermo Cabrera Infante, fue publicada en 1965, y dos años después en una edición corregida. El título se basa en el conocido trabalenguas infantil cubano, y habla, coloquialmente, de tres amigos que burlan su estado de pobreza a través de una noche de 1958 por La Habana, recreada nostálgicamente. Hay quienes consideran otra novela, La Habana para un infante difunto su obra maestra.
- Hombres sin mujer es la primera novela de la literatura en lengua española que presenta el tema de la homosexualidad en las cárceles de hombres. El autor, Carlos Montenegro (1900-1981), nació de padres cubanos en la aldea gallega de Arosa, y su novela reflexiona sobre la condición humana y el código de honor de los hombres condenados al desamparo y a la soledad.
- El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura es un reflejo del desgaste de los ideales revolucionarios y la erosión de principios fundamentales. Publicada en 2009, la novela cuenta los recuerdos de Iván, un veterinario, en torno a un encuentro que tuvo en 1977 con un hombre acompañado por dos galgos en una playa cubana treinta años atrás. Padura es célebre por la tetralogía Cuatro estaciones, que tiene como protagonista al detective Mario Conde. Desde su primera novela, Fiebre de caballos, Padura se situó entre los grandes novelistas cubanos.
- Antes que anochezca, fue escrita por Reinaldo Arenas poco antes de suicidarse un 7 de diciembre de 1990 a causa de un diagnóstico de sida que terminó consumiendo sus últimos días en Nueva York. Es un testimonio de la dura vida en Cuba para un escritor homosexual que huyó de la Isla en 1980.
- El rey de La Habana, de Pedro Juan Gutiérrez fue la primera novela de un autor calificado en Europa como un “Bukowski tropical”, quien ya había publicado exitosamente su Trilogía sucia de La Habana, tres libros de cuentos que comparten personajes y situaciones y un lenguaje rayano en lo procaz que lo han convertido en un escritor polémico. Este es “un estudio sobre la crueldad humana”, que vuelve a sumergirse en un mundo marginal, de sexualidad desenfrenada y personajes sin esperanzas. Este mundo se ilustra también en Animal tropical, El insaciable hombre araña y Carne de perro, integrantes también de su “Ciclo de La Habana”.
- En el cielo con diamantes, de Senel Paz, fue vista por el también exitoso escritor Leonardo Padura como “una novela de la iniciación sexual, pero no de un o unos personajes, sino de toda una generación […] también, una novela de iniciación ideológica de un grupo humano. […]. Por eso, junto a la gloria por el descubrimiento del sexo, la igualdad de posibilidades, la capital deslumbrante, aparecen también los sórdidos orígenes de los dobleces morales e ideológicos.
- Las iniciales de la tierra, de Jesús Díaz es un viaje inolvidable al interior de la revolución cubana. Carlos Pérez Cifredo se enfrenta al «cuentametuvida», la planilla en blanco que deberá rellenar para que sus compañeros decidan en asamblea si merece o no la condición de «trabajador ejemplar». A través de una extraordinaria fusión de lenguajes (coloquiales, musicales, cinematográficos, políticos e incluso los correspondientes al cómic), el lector acompañará al protagonista en la rememoración de sus peripecias a veces cómicas y a veces trágicas.
- Jardín, de Dulce María Loynaz, es la novela de una poetisa. En el prólogo dice la escritora que esta es “la historia incoherente y monótona de una mujer y un jardín”. Duró siete años para escribirla y la terminó en 1935. Fue publicada por la célebre Editorial Aguilar en España en 1951; luego revisada por la autora y publicada en Cuba en 1993.
- Te di la vida entera, de Zoe Valdés abarca siete décadas de la historia de Cuba, hasta los años noventa, en el tono de sinceridad, a veces escandalosa, que caracteriza a la famosa novelista, autora también de La nada cotidiana.
- Todos se Van, de Wendy Guerra, parte de un Diario Personal que abarca la infancia y adolescencia de Nieves Guerra, una niña cubana cuyo destino es marcado por la impotencia de sus padres ante las grandes decisiones políticas. Se cuenta la historia de esta niña desde los 8 a los 20 años, período en el que asiste a la huida de gran parte de sus conocidos. La novela ganó el Primer Premio de Novela Bruguera en marzo de 2006 y fue adaptada al cine por Sergio Cabrera en 2014
- Silencios, de Karla Suárez, fue publicada en 1999 y se convirtió en todo un best seller gracias a que permitía al mundo identificarse con la situación de Cuba, en concreto a través de los ojos de una niña que, durante su transición a la madurez, comprende todas las relaciones de las personas con las que convive. La escritora es autora también de Habana año cero, sobre cinco personajes se aferran a una absurda idea con tal de sobrevivir en 1993, el peor año del “Período Especial”.
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