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Leonardo Padura, uno de los mejores y más populares escritores cubanos de los últimos tiempos, acaba de concluir una nueva novela, Como polvo en el viento, que propone una reflexión existencial sobre la década de los años noventa, aunque su trama llega hasta 2016.
Según anunció la periodista y cineasta Lucía López Coll, en entrevista con el escritor, “no es una novela de Mario Conde, aunque se cruza con el mundo de Conde. Tampoco tiene contenidos históricos, si consideramos que 1990 todavía no es Historia pues fue un año que muchos de nosotros vivimos”. Dentro de esas coordenadas temporales se sigue la huella de varios personajes, de la misma generación del escritor, que “que se van o permanecen y reflexionan y viven lo que significan esas opciones vitales y existenciales”
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En cuanto a su estructura, y a la manera en que está contada, Padura aseguró que el hilo narrativo se asemeja a la huella del caracol “que va y vuelve, que avanza y regresa. Se trata de la historia posible de la dispersión geográfica de nuestra generación”. Por ello el relato se mueve entre Cuba, Miami, Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Toulouse; San Juan de Puerto Rico, Florencia…
Respecto a esta fragmentación, se recuerda la novela Informe contra mí mismo, de Eliseo Alberto Diego, que dedicaba todo un capítulo a listar las decenas y decenas de artistas, intelectuales y amigos que habían emigrado, principalmente, en los años noventa.
Padura advierte que “esa estructura fragmentada es bastante diferente a la del resto de mis libros, pues en cierta forma sigue la lógica de las evocaciones y los recuerdos —que casi nunca respetan las cronologías—, aunque al mismo tiempo tenían que ir hilvanando el sentido dramático de los acontecimientos narrados y de la propia evolución de los personajes entre los que abundan las mujeres (que son de los personajes más difíciles, por lo menos para mí)”.
El popular y multipremiado escritor trabajó durante meses con un título que tomó prestado a Alejo Carpentier: El clan disperso, porque se trataba precisamente de describir la dispersión de un clan, pero la Fundación Alejo Carpentier tiene en planes publicar en algún momento los fragmentos que se han encontrado de esa novela inconclusa, y le pidieron a Padura que no utilizara ese título.
Entonces optó por Los fragmentos del imán, jugando con un título de Lezama, pues los personajes de Como polvo en el viento son como esos pedazos del imán que siempre son atraídos por una fuerza mayor. Entonces le llegó casualmente, en México, en la terraza de un restaurante la canción del grupo Kansas Dust in the Wind, y allí le sugirieron el título.
La nueva novela debe alcanzar unas quinientas páginas, y el autor asegura que se trata de una historia absolutamente cubana, si bien ocurre en muchos escenarios fuera de la Isla, porque se trata de “una generación de la que muchos miembros se han movido como polvo en el viento por los cuatro puntos cardinales, y porque en realidad, en la vida y en la historia, somos como polvo en el viento”.
La salida del libro en España, prevista inicialmente para el mes de septiembre, tal vez se vea aplazada a la espera de un momento más propicio. Mientras tanto, Padura ya está pensando una nueva novela de Mario Conde, con un contrapunto histórico entre la Cuba de 1910, y el mismo país, un siglo después.
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