El gobernante Miguel Díaz-Canel inició su discurso de presentación de la Estrategia Económica y Social cubana para la recuperación pos COVID-19, arremetiendo contra el gobierno de Estados Unidos.
El mandatario comenzó diciendo que la COVID-19 "derrumba los paradigmas neoliberales que defendía el imperialismo" y que el libro de John Bolton pone al descubierto la perversidad de las prácticas de Estados Unidos.
En este sentido acusa al país vecino de un ejercicio abusivo de su hegemonía haciendo presión permanente sobre otros gobiernos, apoyo a golpes de Estado, injerencia, violencia, amenazas de intervención militar y despliegue de fuerzas y bases militares por todo el mundo.
El gobernante cubano acusó a los Estados Unidos, además, de mantener una estrecha alianza con los opositores a la Revolución y al régimen de Venezuela. Aseguró que han reactivado la Doctrina Monroe y que utilizan pretextos engañosos para sus estrategias de intervencionismo.
En el tono habitual del oficialismo añadió que Estados Unidos soborna a gobiernos y países para lograr sus propósitos y que tiene obsesión y saña contra Cuba y Venezuela.
El gobernante cubano refirió que en el libro de John Bolton se explica cómo el Gobierno estadounidense persiguió los buques de combustible que llevaron al país al momento de dura crisis económica de mediados del pasado año.
Díaz-Canel considera indignante la política actual de Estados Unidos y cree que la profunda crisis en curso a nivel mundial está provocada por lo factores mencionados y reforzada por los problemas económicos, sociales y sanitarios que enfrenta la administración de Donald Trump.
El dirigente cubano dedicó unos minutos también a dar su evaluación de la gestión de la crisis sanitaria de la COVID-19 en Estados Unidos.
“La manera irresponsable e ineficiente con que han manejado el enfrentamiento a la pandemia. El país que más riquezas tiene en el mundo, es el país que tiene más muertos y más afectados”, señaló Díaz-Canel.
También aprovechó para hacer referencia a los episodios de enfrentamiento que ocasionó la muerte del afroamericano George Floyd, argumentando que hay en Estados Unidos abuso policial y problemas raciales, pero omitió los hechos recientes de similar calado en Cuba.
Para Díaz-Canel al gobierno de Estados Unidos “le molesta y le duele el prestigio y los resultados de Cuba y eso implica que incremente su agresividad en estos momentos”, lo que se manifiesta en el incremento de la persecución financiera, congelamiento de cuentas bancarias y bienes cubanos en terceros países, algo que asegura los norteamericanos tienen como una propuesta.
Entre sus acusaciones mencionó las acciones dirigidas a desprestigiar a dirigentes cubanos, buscar el recorte de remesas, crear un estallido social y promover posiciones políticas contrarias a la revolición dentro de las propias instituciones.
Díaz-Canel propone “ubicarse en un campo de batallas” donde “cada tema es un sector de fuego” y vuelve al manido discurso fidelista de combate y guerra ideológica contra el sempiterno enemigo del Norte.
“Toman las colas para el pollo, y apuntan al nivel de vida de la población. Toman el tema del desabastecimiento y apuntan a la gestión económica del gobierno. Van al ataque incesante de todo lo que se hace y promueven las instituciones del Estado para desacreditarlo”, indicó el mandatario.
El gobernante indicó que mientras más frentes logren abrir los “enemigos históricos de la Revolución” y menor sea la capacidad de respuesta de las instituciones cubanas, mayor será el descrédito del Estado cubano y el intento de mostrar un caos en la sociedad.
“Hay mucho dinero corriendo, pero hay además laboratorios ideológicos detrás de todo esto”, aseguró Díaz-Canel quien considera que la información y el papel de las redes sociales está debilitando ideológicamente a los pueblos de la región.
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