La cadena hotelera Meliá ha elegido a Cuba como destino donde empezar a probar una nueva fórmula que vincula el ocio con el teletrabajo.
Aunque todavía se encuentran ultimando los detalles y montando los paquetes, los ejecutivos de Meliá han elegido Cuba como laboratorio donde probar esa nueva modalidad de turismo, por considerarla “un destino seguro, que ofrece un entorno inigualable y excelente climatología”.
El experimento empresarial estará dirigido fundamentalmente a los clientes canadienses, el principal mercado emisor de turistas a la isla. “La idea es ofrecer alojamiento de larga estancia, con wifi de alta velocidad y acceso gratuito a una sala de co-working y posibilidad de reservar también sala de videoconferencias”, según declararon fuentes de Meliá al suplemento ABC Viajar.
Según se desprende del resultado de varias encuestas, al menos una cuarta parte de los empleados que se encuentran tele-trabajando manifiestan incomodidades para realizar su faena. Ya sea porque no tienen un espacio de trabajo adecuado, o porque desean un cambio de escenario con todas las comodidades de un hotel, estos serían los potenciales clientes del que se ha dado en llamar “hoteles híbridos”.
En España, esta nueva forma de vender sus instalaciones empezó con la cadena B&B Hotels y ha ido ampliándose con la entrada de otras cadenas como Meliá y Accor. La idea es atraer a esas personas que no se sienten capaces de compaginar los requerimientos de la familia y los de la jornada laboral.
No se trata de convertir los hoteles en edificios de oficinas, sino de acondicionarlos para que se conviertan en el lugar de trabajo, con flexibilidad, por horas o días. Con nuevos servicios y los habituales de un hotel, esta opción valdría también para aquellos que se vean obligados a trabajar mientras vacacionan los miembros de su familia, o grupo de amigos.
En una nota de prensa de la representación de la empresa en Cuba, se asegura que “el país ha gestionado de forma modélica la pandemia, circunstancia reconocida internacionalmente y que le avala como destino más seguro a nivel regional”. “Cuba y Meliá son los aliados perfectos para llevar adelante esta iniciativa”, aseguró Francisco Camps, Subdirector General de la División Cuba.
La alianza de Meliá con las empresas de turismo cubanas, en manos de los militares que controlan el conglomerado empresarial GAESA, no está exenta de polémicas y se encuentra en el punto de mira de las autoridades norteamericanas. Desde noviembre del año pasado, el consejero delegado y vicepresidente de Meliá International Hotels, Gabriel Escarrer, tiene prohibida la entrada en los Estados Unidos, bajo las restricciones impuestas por el Título IV de la Ley Helms-Burton.
El COVID-19 ha llevado al borde de la ruina o directamente a la quiebra a muchas empresas. El sector turístico ha sido el que más ha sufrido esta crisis, siendo el gremio de los hoteleros uno de los más afectados, principalmente los de turismo urbano. Muchos hoteles siguen cerrados y entre los que se han arriesgado a abrir, una buena parte tiene ocupaciones muy bajas.
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