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El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel lamentó la muerte del futbolista argentino Diego Armando Maradona, ocurrida el miércoles en su casa en Buenos Aires.
“Triste noticia, Maradona, el Pibe de Oro, jugador único, amigo de Fidel, ha muerto. Cuba lo siente y le recordará siempre como el sincero amigo y el virtuoso futbolista que fue. Nuestras condolencias a familiares y amigos. Somos Cuba. Somos continuidad”, señaló en su cuenta de Twitter.
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Díaz-Canel envió, además, un mensaje de condolencias al presidente Alberto Fernández Pérez por el fallecimiento del admirado deportista, un hecho que ha consternado a Argentina, donde se declararon tres días de duelo.
“En nombre del pueblo y gobierno cubanos y del General de Ejército Raúl Castro Ruz, le traslado las más sentidas condolencias por el fallecimiento de Diego Armando Maradona, entrañable y fiel amigo de Fidel y de nuestro pueblo. Ruego hacerlas extensivas a sus familiares y amigos”, expresó en el texto, publicado por Cubadebate.
Maradona murió a los 60 años tras sufrir un ataque cardíaco, días después de haberse sometido a una operación por un hematoma en la cabeza que había resultado exitosa.
El destino quiso que su fallecimiento coincidiera con el de su gran amigo: el dictador cubano Fidel Castro, quien también murió un 25 de noviembre pero de 2016, a los 90 años.
Ambos compartían la misma ideología y en numerosas ocasiones el futbolista lo describió como “un segundo padre”. Su devoción hacia Fidel era tan grande que se tatuó su rostro en la pierna izquierda.
La amistad entre ambos se reforzó cuando en el 2000 el astro del fútbol eligió a la Isla para tratarse su adicción a las drogas.
“Cuba me abrió las puertas cuando me las cerró mi país con muchas clínicas que no me aceptaban. Fidel me abrió las puertas de Cuba y gracias a Dios hoy estoy pleno, bien, me levanto todos los días, la enfermedad quedó atrás”, dijo en una ocasión.
Al conocer del deceso de Fidel, el jugador declaró: “Murió el más grande. Era el más grande porque lo sabía todo, anticipaba las cosas y le daba al pueblo lo que el pueblo se merecía. El legado que deja es inmenso. Ojalá los políticos de mundo aprendan el cinco por ciento de las palabras y del legado que deja Fidel”.
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